En 1965, la Galería Mendoza (Caracas) presentó la muestra Papeles encolados, del pintor y escultor venezolano Alejandro Otero (1921–90). En esta nueva etapa que seguía a la de los ensamblajes de 1962, el artista retomaba lo bidimensional y el desarrollo de composiciones abstractas a partir de formas puras, logradas con papeles de periódico coloreados. De alguna manera, esta propuesta fue considerada como síntesis de las propuestas anteriores de Otero, en tanto vinculaba la inquietud constructiva formal y cromática de los coloritmos con el ensamblaje de materiales extrapictóricos. El texto que el dibujante y crítico Juan Calzadilla (n. 1931) elabora en el marco de esta muestra da cuenta de esta misma impresión al calificarla como una “visión retrospectiva”. Igualmente significativa es la apreciación del autor sobre las cualidades pictóricas que se hacen visibles en la propuesta de Otero: las estrategias de manejo de colores, formas, composición y ensamblaje son analizadas con la intención de ilustrar que lo que priva en los Papeles coloreados es su condición plástica. La articulación de elementos expresivos y conceptuales se expresa, al decir de Calzadilla, “pictóricamente” y, en ese sentido, constituyen no sólo la síntesis de la trayectoria pasada, sino una antesala del retorno a la pintura a través de los nuevos Coloritmos y los Tablones de la década de los setenta.
[Para otros textos críticos sobre su obra, consulte en el archivo digital ICAA de J. R. Guillent Pérez (otro miembro de Los Disidentes) “Realidad e irrealidad. El postigo de Alejandro Otero” (doc. no. 1172158); de Guillermo Meneses “La exposición de Alejandro Otero Rodríguez” (doc. no. 1097092); de Roberto Guevara “La vertical vibrante de Maracay, 1968” (doc. no. 1168201); el texto de François Sego del catálogo de la exposición Alejandro Otero (1949) (doc. no. 850732); el artículo de Héctor Mujica “La nueva plástica venezolana” (doc. no. 850512); el texto de María Elena Ramos “Alejandro Otero: indagar en las estructuras de la realidad” (doc. no. 1167733); el análisis de Ernesto Guevara “Sólo quisiera ser puntual. El tiempo en la pintura de Alejandro Otero” (doc. no. 1163813); el ensayo de Damián Bayón “El espacio dinámico en la obra de Alejandro Otero” (doc. no. 1167828); el texto de Juan Calzadilla “Alejandro Otero y la enseñanza del arte” (doc. no. 1167940); el artículo de Miguel Otero Silva “Sobre unas declaraciones disidentes del pintor Alejandro Otero Rodríguez” (doc. no. 813737); y, finalmente, las reseñas tanto de José Ratto-Ciarlo “En pro y en contra de Alejandro Otero” (doc. no. 850770) como de Juan Carlos Palenzuela, “Una conciencia de arte latinoamericano” (doc. no. 1163142)].