En 1990, fallecía en Caracas el pintor y escultor venezolano Alejandro Otero (1921–90). Ese mismo año, dos exposiciones póstumas le rendirían homenaje al precursor del arte abstracto y figura fundamental en el desarrollo de un arte urbano integrado al espacio público y al paisaje. Incluso, durante este período, el crítico Juan Carlos Palenzuela (1954–2007) ofrece no sólo un panorama de su trayectoria, sino que se detiene en las particularidades de su último proyecto: la publicación del libro (1989) y exposición (1990) Saludo al siglo XXI. En esta nueva serie, Otero había traducido sus diseños de esculturas cívicas a imágenes computarizadas poniendo en evidencia la versatilidad del nexo arte y ciencia. El texto profundiza en este período durante el cual Otero trabajó en el Centro de Investigaciones de IBM de Venezuela; una experiencia que, de algún modo, daba continuidad a las búsquedas durante su estancia en el MIT (Massachussets Institute of Technology, 1971). El análisis torna visible que sus indagaciones espaciales iban más allá de la escultura. Se trataba, en todo caso, de materializar el comportamiento del espacio y las relaciones entre elementos; en este punto, el autor rescata la permanencia de las investigaciones de Otero, plasmadas en un lenguaje cuya exactitud permitiría la comprensión y realización de la obra en cualquier circunstancia. Con Otero se inaugura, incuestionablemente, una nueva experiencia tanto del boceto y del proyecto, como de las posibilidades de conservación de un legado artístico.
[Para otros textos críticos sobre su obra, consúltese el archivo digital ICAA: de J. R. Guillent Pérez (otro de Los Disidentes), “Realidad e irrealidad: El postigo de Alejandro Otero” (doc. no. 1172158); de Guillermo Meneses “La exposición de Alejandro Otero Rodríguez” (doc. no. 1097092); de Roberto Guevara “La vertical vibrante de Maracay, 1968” (doc. no. 1168201); el texto del catálogo de la exposición Alejandro Otero (1949) (doc. no. 850732); el artículo “La nueva plástica venezolana” de Héctor Mujica (doc. no. 850512); el texto de María Elena Ramos “Alejandro Otero: indagar en las estructuras de la realidad” (doc. no. 1167733); el análisis de Ernesto Guevara “Sólo quisiera ser puntual. El tiempo en la pintura de Alejandro Otero” (doc. no. 1163813); el ensayo de Damián Bayón “El espacio dinámico en la obra de Alejandro Otero” (doc. no. 1167828); los textos de Juan Calzadilla “Exposiciones en Caracas: Alejandro Otero - Galería Mendoza” (doc. no 1172174) y “Alejandro Otero y la enseñanza del arte” (doc. no. 1167940); el artículo de Miguel Otero Silva “Sobre unas declaraciones disidentes del pintor Alejandro Otero Rodríguez” (doc. no. 813737); y, finalmente, las reseñas tanto de José Ratto-Ciarlo “En pro y en contra de Alejandro Otero” (doc. no. 850770)].