Esta reseña crítica de Guillermo Meneses (1911–78) es uno de los textos que se producen en el marco de la exposición de Alejandro Otero (1921–90) en el Museo de Bellas Artes de Caracas, el 30 de enero de 1949, cuando exhibe su serie Las Cafeteras. Esta muestra suscitó una polémica, en especial por la reacción de manifiesta incomprensión por artistas como Pedro León Castro. Participan, en ella, el mismo Otero, César Rengifo, Domingo Maza Zabala, Pascual Navarro y J. R. Guillent Pérez.
El texto de Meneses, sin ser explícitamente polémico, representa una valoración de amplio criterio y una comprensión de lo que significaban tanto la experiencia de vida como el proceso creativo de los jóvenes venezolanos quienes, desde mediados de la década de los cuarenta se radican en París. Hubo, además, como momento clave, la creación del grupo Los Disidentes en la capital francesa (1950), así como la importancia indudable de Otero cuya obra marca los inicios del abstraccionismo en el arte venezolano. Por otra parte, la de Meneses es una reseña escrita sin concesiones a prejuicios morales; el autor conoce bien la poca formación de gran parte del público caraqueño lector (aún provinciano) en esos años, así que utiliza su reseña para orientar y explicar aspectos esenciales del arte abstracto; a su juicio, un “arte puro y, acaso por ello mismo, arte repleto de humanidad”. Al comentar las reacciones que la pintura de Otero ha despertado en muchos pintores locales, escribe: “Entre los muchachos, la llegada de Otero ha sido explosiva”; y “No ha faltado quien haya sentido negada su propia función de pintor ante la aparición fulgurante de las obras de Otero”.
Para otros textos críticos sobre la obra de Otero, consulte el texto de J. R. Guillent Pérez, otro de Los Disidentes, “Realidad e irrealidad: El postigo de Alejandro Otero” [doc. no. 1172158]; el ensayo de Roberto Guevara “La vertical vibrante de Maracay, 1968” [doc. no. 1168201]; el texto incluido en el catálogo de la exposición Alejandro Otero (1949) de François Sego, titulado “Alejandro Otero y la crisis de la pintura moderna” [doc. no. 850732]; el ensayo del periodista Héctor Mujica “La nueva plástica venezolana” [doc. no. 850512]; y el ensayo de la escritora Elizabeth Schon “Los coloritmos de Alejandro Otero” [doc. no. 1172142].