Se reseña aquí el libro Evolução Social da Pintura (1942) de Luiz Martins, volumen formado a partir de conferencias suyas en la Biblioteca Municipal de São Paulo. Para el autor, Lourival Gomes Machado, Martins entiende que el arte de su tiempo es individualista y ajeno a cuestiones sociales, huyendo así de una función que siempre desempeñó. El distanciamiento arte/sociedad se debe, entre otras razones, al hecho de que este se ha sumergido en investigaciones técnicas. Gomes Machado no está de acuerdo con esto; a su juicio, la función no se ha alterado: el artista “moderno” cumple el mismo cometido social que los anteriores, aunque ya no se preocupe por la transmisión de un pensamiento. Para el reseñista, los artistas siempre se preocuparon con la búsqueda técnica, aunque sólo quepa al arte moderno la conquista de ese campo exclusivo; no obstante, no abandonó su foco medular en el hombre. Más aún, Gomes Machado defenderá la producción pictórica de naturalezas muertas (género de fáciles ventas), sin dejar de añadir que estas también implican investigación técnica. Es de la opinión de que este tipo de ventas en la pintura propicia medios con los cuales los artistas pueden participar en otras investigaciones artísticas.

El artículo “Pintura ainda tem função” [La pintura todavía tiene una función] viene a reseñar el libro Evolução Social da Pintura (1942) de Luiz Martins. El texto trae a la luz ciertas especificidades de Lourival Gomes Machado (1917–67) al respecto y en abierta oposición a los planteos del autor, quien es también crítico de arte. Se trata de uno de los primeros textos que publica Gomes Machado y se da a conocer en la prensa de São Paulo durante la década de los cuarenta. En este caso, se opone radicalmente a la lectura propuesta por Martins, para quien el artista debía comprometerse de modo más incisivo en los problemas sociales de su época. Para Gomes Machado, al contrario, el artista moderno cumple su función social del mismo modo que los anteriores; más aún, la investigación plástica también es valorizada de modo especial; a su juicio, el arte de esta época ha generado su propio campo de acción y, a partir de él, discute los aspectos de la sociedad.

Lourival Gomes Machado fue periodista, crítico e historiador del arte. Hacia 1941, junto con intelectuales de la talla de Antonio Candido, Paulo Emílio Salles Gomes y Décio de Almeida Prado, lanza la revista Clima (São Paulo), cuyo objetivo es propagar una renovación en los ámbitos de la crítica literaria, cine y teatro en Brasil. En esa década, es crítico de arte del diario Folha da Manhã y redactor de política internacional en O Estado de S. Paulo, y tras el abandono del puesto del curador belga Léon Degand, pasa a dirigir el MAM/SP (Museu de Arte Moderna de São Paulo, 1949–51), amén de ser el curador en jefe de la primera y quinta bienales internacionales de São Paulo. Su texto más divulgado, Barroco Mineiro (1969), es una antología de artículos sobre el tema, previamente iniciado en 1953 con Teorias do Barroco.

[Como lectura complementaria, véanse en el archivo digital ICAA otros textos de Gomes Machado: “Ainda não é amanhã” (doc. no. 1110722); “Apresentação” (doc. no. 1110834); “Bienal: significação do novo” (doc. no. 1110723); (sin título) [“Caberá abrirmos, nesse passo (…)”] (doc. no. 1110358); “A crítica sitiada, cá e lá” (doc. no. 1110725); “IV Bienal do Museu de Arte Moderna” (doc. no. 1232311); “Nem todo número é de ouro” (doc. no. 1110828); “Omnibus” (doc. no. 1110727); “O outro cavalo de Tróia” (doc. no. 1110724); “A presença dos concretistas” (doc. no. 1110728); “Rebolo” (doc. no. 1091476); “Retrato da Arte Moderna do Brasil” (doc. no. 1110720); “Sobre nós mesmos” (doc. no. 1110726); y “Teoria inviável” (doc. no. 1110729)].