Josep Maria Cruxent (1911–2005) nació en España pero obtuvo la nacionalidad venezolana en 1945. Fue un arqueólogo profesional que ejerció de director y conservador del Museo de Ciencias de Caracas (1944–63). Su segunda carrera artística comenzó en 1959, cuando se incorporó al movimiento informalista de Venezuela. El autor de la introducción de este catálogo es el artista Juan Calzadilla (Venezuela, n. 1931), donde de forma breve describe la participación de Cruxent con los artistas y las principales exposiciones grupales informalistas de 1959 a 1962. Tanto Cruxent como Calzadilla fueron miembros del grupo vanguardista de artistas plásticos y escritores venezolanos El Techo de la Ballena, asociación que estuvo en activo de 1961 a 1968.
El Techo de la Ballena combinó diferentes disciplinas como la plástica, la poesía, fotografía, cine y arte de acción, entre otras, para gestar un arte de carácter revolucionario que cuestionaba todos los valores socio-culturales combatibles como tradición en una de las décadas de mayor violencia política de Venezuela, la de 1960. La guerrilla, los postulados de la izquierda intelectual, la represión, y la urbe deformada por el acelerado y forzado modelo desarrollista de la naciente democracia venezolana bajo Rómulo Betancourt (presidente de 1959 a 1964) fueron marco referencial para la agrupación. En la plástica, asumieron la estética del informalismo, añadiéndole fuertes dosis de agresividad para contrariar los valores de la geometría-abstracta, del paisajismo tradicional e incluso del realismo social. Fue la suya una estrategia subversiva y provocadora, irracional y surrealista. Por otra parte, su producción editorial fue cuantiosa —además de tres números de la revista Rayado sobre el Techo— y realizaron un gran número de muestras. Los principales integrantes del grupo fueron venezolanos como Carlos Contramaestre, Juan Calzadilla, Caupolicán Ovalles, Edmundo Aray, Francisco Pérez Perdomo, Salvador Garmendia, Adriano González León, Fernando Irazábal, Daniel González, Gabriel Morera, Gonzalo Castellanos y Perán Erminy, junto con algunos extranjeros integrados al país como el chileno Dámaso Ogaz y los españoles J. M. Cruxent, Ángel Luque y Antonio Moya.
[Para consultar otros textos escritos por El Techo de la Ballena o sus miembros, vea los siguientes en el archivo digital ICAA: “Tercer manifiesto: ¿Por qué la ballena?” (doc. no. 1097576), donde González León explica la naturaleza del grupo y sus actividades; y “Los tumorales I y II” (doc. no. 1097559), donde Juan Calzadilla y Contramaestre presentan la muestra de Contramaestre Los Tumorales, realizada en la Galería El Techo de la Ballena de Caracas en 1963; “Para la restitución del magma” (doc. no. 1060710); “Postales” (doc. no. 1279450); de Adriano González León “Investigación de las basuras” (doc. no. 1060324), “Homenaje a la necrofilia” (doc. no. 1097543) y “Rayado sobre el Techo de la Ballena: letras, humor, pintura” (doc. no. 1279400); de Rubén Santantonín “Arte cosa” (doc. no. 1280187) y pasaje de “Panflecosa” (doc. no. 1280171); de Esteban Muro “Cierta ballena” (doc. no. 1279483); de Juan Calzadilla “Contradicciones sobrenaturales” (doc. no. 1279531), “Por un arte de hoy...” (doc. no. 1279627), “Por un arte del mañana” (doc. no. 1279595), “Las premisas de un método antipoético” (doc. no. 1279547) y “Malos Modales” (doc. no. 1279515); de Edmundo Aray “El Mordisco Contra el Arpón” (doc. no. 1279434); de Edmundo Aray y Efraín Hurtado “Salve, Amigo, Salve y Adiós” (doc. no. 1279466); de Lawrence Ferlinghetti “Obbligato del Chatarrero” (doc. no. 1279418); y de Oliverio Girondo “Topatumba” (doc. no. 1280219)].