A lo largo de Malas modales, Juan Calzadilla (n. 1931), juega con temas de inclusión e exclusión. Este libro fue escrito al final del periodo en el que Calzadilla sirvió como funcionario del gobierno y los textos están alimentados por su frustración de la situación política en Caracas. En 1965 ya había obtenido notoriedad literaria y con este libro alcanza la posición de “poeta nacional” que afirma hablar de manera auténtica y muda el comportamiento social. El comunicador asume una nueva posición, localizado en la periferia de la ciudad y en la periferia de la relación consigo mismo. Calzadilla extiende esta marginalidad a las estructuras que hacen posible la vida burguesa. Frecuentemente hace mención a trajes y carteras y la figura del traje vacío y abandonado aparece en diferentes poemas. Todo esto sirve para generar una energía crítica contra la sociedad contemporánea mecanizada. Los dibujos del autor representan figuras de monstruos, hileras de camas de hospital, cuerpos desintegrados y otras referencias a patologías físicas y mentales.
Juan Calzadilla trabajó a través de una variedad de técnicas incluyendo pintura, poesía y crítica de arte. Desde una edad muy temprana se incursionó a la literatura y en 1953 ganó el premio de poesía en el Primer Festival Nacional Juvenil. [Para más ensayos de Calzadilla sobre la escena cambiante de arte en Caracas, véase el archivo digital ICAA (doc. no. 865589) y (doc. no. 1279499)].
Malos modales fue publicado bajo el paraguas del grupo de Vanguardia El Techo de la Ballena. El Techo de la Ballena fue una agrupación de artistas y escritores venezolanos que combinaban diferentes disciplinas —artes visuales, poesía, fotografía, cine, arte de acción, entre otras — para crear un arte reivindicativo y revolucionario durante una de las décadas más violentas en la historia de Venezuela. La guerra de Guerrillas, la ideología de extrema izquierda, represión política y las dificultades en el desarrollo urbanístico de las ciudades contribuyeron para la creación de un marco de referencia para la formación de este grupo. En pintura, escultura y escritura fomentaban una estética informalista y una dosis de agresividad cuyo fin era combatir
los paradigmas y estilos dominantes de la geometría abstracta, el paisajismo y el realismo social.
Sus estrategias fueron subversivas y frecuentemente incorporaban estrategias vinculadas con el movimiento Dadaísta o Surrealista. Su extensa producción editorial abarca al menos tres números del Rayado sobre el Techo de la Ballena y numerosas exhibiciones. [Para más publicaciones, libros y escritos sobre El Techo de la Ballena, véase (doc. no. 1279466), (doc. no. 1279418), (doc. no. 1060254) y (doc. no. 1142155)].