Poco después de haber regresado a Montevideo en 1934, Joaquín Torres García (1874–1949) centra su interés en el arte precolombino investigando en las antiguas culturas americanas. Sus ideas fueron transmitidas en conferencias y publicadas en escritos tales como “Metafísica de la Prehistoria Indoamericana” (1939), donde afirma que en primitivas manifestaciones artísticas prehispánicas yacía el balance perfecto entre la abstracción, la geometría y los signos con connotaciones mágicas. El objetivo de JTG no era “imitar” ese arte, sino identificarse con la cosmología de las antiguas culturas del continente americano; lo hacía para inscribir sus ideogramas en la misma Tradición del Hombre Universal a la que pertenecía el sentido de “lo clásico” que él había extraído de la antigüedad no solo europea. Con ello, el maestro quería compartir “lo transcendente”; reconocer en la fe metafísica del indio el soporte místico que también inspiraba al universalismo constructivo. En este sentido JTG rechazaba “lo contingente” de toda interpretación folclórica en torno al arte prehispánico, resaltando en él su trasfondo universal. En Iberoamérica, desde el siglo XIX, hubo un paralelismo entre paisajismo pictórico y nacionalismo político. La pintura de paisaje pretende ser una afirmación del imaginario urbano-rural y de la unidad político-territorial de los estados nacionales. Edgar [Victor Achille Charles] Varèse (1883–1965) fue un compositor de origen francés, nacionalizado estadounidense, cuya música enfatiza timbre y ritmo y cuya estética él mismo acuñó como “sonido organizado”. Esa sonoridad opera como materia viva o como espacio musical ilimitado. Fundó el Gremio Internacional de Compositores (1921) y, estando ya en los Estados Unidos, la Asociación Panamericana de Compositores (1926). Dedicado al aspecto experimental y electrónico desarrolló proyectos que llamó “ionizaciones”. En el área de música popular tuvo enorme influencia en el guitarrista norteamericano Frank Zappa. No es extraño que se publique en la versión uruguaya de Círculo y Cuadrado una breve nota del compositor Edgar Varèse, quien volvió a vivir en París (entre 1928 y 1948) y se encontraba haciendo ensayos preparatorios de su obra Étude pour Espace (1947), un importante aporte a los prolegómenos de la música concreta. El artículo de Varèse comienza con la frase “no creo en el nacionalismo en el arte”, afirmación coincidente con la prédica de JTG quien fue muy crítico respecto a este sesgo de la cultura local. Su empeño estaba en superar los criterios políticos implicados en el sentimiento “nacionalista” para producir un arte que —incorporando aspectos de la realidad regional— se concretara en un plano universal abstracto. [Como lectura complementaria, véanse en el archivo digital ICAA los siguientes textos escritos por Joaquín Torres García: “Con respecto a una futura creación literaria” (doc. no. 730292); “Lección 132. El hombre americano y el arte de América” (doc. no. 832022); “Mi opinión sobre la exposición de artistas norteamericanos: contribución” (doc. no. 833512); “Nuestro problema de arte en América: lección VI del ciclo de conferencias dictado en la Facultad de Humanidades y Ciencias de Montevideo” (doc. no. 731106); “Introducción [en] Universalismo Constructivo” (doc. no. 1242032); “Sentido de lo moderno [en Universalismo Constructivo]” (doc. no. 1242015); “Bases y fundamentos del arte constructivo” (doc. no. 1242058); y “Manifiesto 2, Constructivo 100%” (doc. no. 1250878)].