La revista Removedor fue el órgano de difusión del Taller Torres García (TTG), redactado y editado por sus integrantes. Desde sus páginas éstos afirmaron: “con Removedor y una buena espátula estamos dispuestos a insistir tanto sobre la vieja pintura hasta dejar el camino preparado para imponer la nueva”. Sus veintiocho números aparecieron entre febrero de 1945 y mayo de 1950, con dos números especiales en diciembre de 1950 y julio-agosto de 1953. El Redactor Responsable fue Guido Castillo.
Joaquín Torres-García nació en Montevideo, en 1874 y, desde 1891, su familia se radicó en Cataluña, España. En el período europeo, realizó una obra plástica que incluye pinturas, dibujos, murales y juguetes de madera. Asimismo, Torres-García desempeñó una importante labor docente. En 1934, se reinstaló en Montevideo, donde desarrolló su propuesta del Universalismo Constructivo; en 1935, el maestro fundó la Asociación Arte Constructivo y, desde 1943, dirigió el Taller Torres García. Falleció en Montevideo en 1949.
Se ha seleccionado este documento por cuanto testimonia la defensa de ideas del Universalismo Constructivo, entendido como un arte nuevo que expresa la unidad del hombre con el orden cósmico, a través de un lenguaje visual que reúne la síntesis de la estructura geométrica y los símbolos ancestrales de las culturas americanas. Asimismo, esta fuente da cuenta tanto de la inserción del trabajo del TTG como del rol del maestro uruguayo en la trama de los debates estéticos rioplatenses. Los conceptos polémicos planteados en este escrito fueron rebatidos por Tomás Maldonado en el artículo “Torres García contra el arte moderno”, publicada en el Boletín de la Asociación de Arte Concreto — Invención de diciembre de 1946.