El renombrado escritor Alejo Carpentier (1904–80), durante su estadía en Venezuela entre 1947-59), fue activo defensor tanto de nuevas escuelas artísticas como de la música contemporánea. Tuvo un vínculo muy estrecho con el TLA (Taller Libre de Arte, 1948–52) de donde proviene la mayor parte de los artistas cuestionadores del viejo paisajismo tradicional y del realismo social que empezaba a arraigarse en el país. El tono de su artículo no es polémico, más bien conciliador entre posturas extremas y, con un lenguaje más periodístico que ensayístico, se coloca de parte de la legitimidad de las ideas defendidas por los jóvenes (abstractos) que exponen en la galería Cuatro Muros. Las mínimas referencias históricas que emplea, si pudieran disminuir la innovación absoluta del arte abstracto, por un lado, por el otro ayudan a un acercamiento más plástico que ideológico, acorde con la arquitectura geometrizante de esa época. Lo más llamativo de la postura desprejuiciada del autor es su invitación a ver (en toda obra de arte) sus valores plásticos, antes que la intencionalidad manifiesta. En este sentido, el escritor asume una posición equilibrada entre ambas tendencias en pugna: el realismo social y el abstraccionismo. Una primera recopilación de la obra periodística venezolana de Carpentier, con el título de su columna Letra y Solfa (Caracas: Síntesis Dos mil, 1975), fue realizada por Alexis Márquez Rodríguez, pero no incluyó este artículo.
[Respecto a la obra de Manaure, consúltese en el archivo digital ICAA: los siguientes textos: de Víctor Guédez “La creación estético-visual en Mateo Manaure” (doc. no. 1155531); de Roberto Guevara, tanto “Manaure y la inmensa noche” (doc. no. 1156411) como “Manaure: Columnas en tierras movedizas” (doc. no. 1155301); y “Manaure y las Cuvisiones” (doc. no. 1156459); de Perán Erminy “Las imágenes poéticas de Manaure” (doc. no. 1156523); de Alfredo Boulton “Mateo Manaure en el Museo de Bellas Artes” (doc. no. 1157497); de Gastón Diehl “Mateo Manaure” (doc. no. 1156491); los artículos tanto de Teresa Alvarenga “Mi obra de hoy: Mateo Manaure llega a los 50 años” (doc. no. 1156427), como de Pedro Lhaya “Mateo Manaure o la autenticidad pictórica americana” (doc. no. 1156443); el ensayo de Gloria Carnevali “El color a través de Mateo Manaure” (doc. no. 1155499); además, el texto de Manaure sobre la historia de “La Escuela de artes plásticas de frente y de perfil” (doc. no. 813569); y otro de su puño y letra, “La decisión de un artista”, en el cual anuncia su decisión de construir un taller en las cercanías de su pueblo natal, Uracoa (doc. no. 1156475)].