En este texto, el crítico venezolano Víctor Guédez reflexiona sobre el modo en que la sensibilidad artística puede otorgar coherencia a una trayectoria de etapas disímiles. En el caso específico del pintor Mateo Manaure (n. 1926), el carácter emotivo tanto de su personalidad como de su acercamiento a los distintos lenguajes plásticos constituye la solución de continuidad entre las distintas etapas creativas del artista: siendo así, va desde la abstracción hasta la figuración, pasando por el surrealismo, el fotomontaje y el arte objetual. El análisis de Guédez se destaca por rescatar el lugar del artista y de su propia sensibilidad no sólo en el proceso de creación sino en lo que concierne a su universo psicológico. Tras una década cuando muchos artistas defendieron (en aras de determinadas causas o ideas) su opción por determinados lenguajes plásticos, Guédez restituye la validez del “sentimiento” como sostén de búsquedas y expresión de proyectos estéticos. Del mismo modo, analiza la posibilidad del cambio como expresión de fidelidad hacia las propias necesidades creadoras, y con ello se aleja de las categorizaciones basadas en estilos o posturas estéticas. El año anterior a la publicación de este artículo, Manaure vehementemente había anunciado en la muestra Mirar a América (Galería Cuatro Muros, Caracas, 1981), el abandono de la abstracción con una muestra de obras figurativas en las que abordaba un discurso identitario relacionado con las raíces del continente. Por otra parte, Guédez sistematiza de algún modo las apreciaciones que resultan constantes en toda la crítica sobre la obra de Manaure; esto es, su profunda emotividad y, por ende, su inclinación hacia soluciones líricas aún en obras de corte analítico como las de sus períodos de abstraccionismo.
Respecto a la obra de Mateo Manaure, consulte los textos de Roberto Guevara “Manaure y la inmensa noche” [doc. no. 1156411], “Manaure: Columnas en tierras movedizas” [doc. no. 1155515] y “Manaure y las Cuvisiones” [doc. no. 1156459]; el ensayo de Perán Erminy “Las imágenes poéticas de Manaure” [doc. no. 1156523]; el escrito de Alfredo Boulton “Mateo Manaure en el Museo de Bellas Artes” [doc. no. 1157497]; el de Gastón Diehl “Mateo Manaure” [doc. no. 1156491]; el artículo de Teresa Alvarenga “Mi obra de hoy: Mateo Manaure llega a los 50 años” [doc. no. 1156427]; el artículo de Pedro Lhaya “Mateo Manaure o la autenticidad pictórica americana” [doc. no. 1156443]; y el texto donde el propio Manaure hace un recuento de naturaleza crítica en torno a la historia de “La escuela de artes plásticas de frente y de perfil” [doc. no. 813569].