Miguel Otero Silva expone en este artículo sus dudas en torno a la pretensión, de parte de los artistas abstractos, de identificar su subjetividad o mundo interior con algo humano universal. Es más, a partir de su origen provincial, de la escasa instrucción escolar aunque proyecten un auténtico talento artístico, Otero Silva sostiene que los jóvenes pintores abstractos del país no expresan su personalidad, sino que repiten esquemas tomados del espíritu calvinista, enamorado de la geometría (vide Piet Mondrian). Establece, incluso, una comparación entre un robot y una playa de la isla Margarita, para significar que lo segundo correspondería más a la experiencia de un pintor venezolano.

En este artículo, el escritor y periodista Miguel Otero Silva (1908–85) eleva el tono de su cuestionamiento a la pintura abstracta, para acusar a los venezolanos de “inautenticidad” al defender su arte como propio de un mundo interior “reflejo de un espíritu moderno y complicado”. La alusión al origen provinciano y a la escasa escolaridad pareciera, según el crítico, incapacitarlos para la teoría; por lo tanto, no harían sino repetir ideas ajenas no basadas en la propia experiencia. Este tipo de crítica denigrante nunca se había realizado en Venezuela, como tampoco los artistas habían tenido necesidad de exponer por escrito sus ideas. Otero Silva sostiene un total divorcio entre la sensibilidad nacional y la europea, hasta resistirse al derecho artístico a modernizarse. Era desconocer el esfuerzo teórico manifestado desde Los Disidentes (París, 1950) y, en particular, por Alejandro Otero, el más intelectual de ese grupo venezolano entonces residente en la capital francesa. Por la profundidad de los planteamientos de este pintor, el argumento del periodista contradice su juicio. La polémica entre Miguel Otero Silva y Alejandro Otero Rodríguez  fue publicada en folleto por el Ministerio de Educación Nacional (1957). Tuvo gran público y fue reseñada en el exterior (Colombia, Cuba y Argentina); su misma trascendencia queda manifiesta en las varias veces en que ha sido reproducida en el país (1967, 1976, 1980, 1993 y 2001).

[Para otros artículos de Miguel Otero Silva sobre este tema, consulte en el archivo digital ICAA “I. Un relato necesario. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 855537); “II. Una división sin contenido plástico. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 855992); “III. Aparición y desarrollo del abstraccionismo. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856012); “IV. Ubicación social del abstraccionismo. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856031); VI. “El regreso a lo funcional y lo decorativo. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856069); “VII. Formas nuevas y sinceridad. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856923); y “VIII. Orientaciones de una nueva pintura. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856942)]. 

[Todo se inicia con la primera respuesta de Miguel Otero Silva a Alejandro Otero titulada “Sobre unas declaraciones disidentes del pintor Alejandro Otero Rodríguez” (doc. no. 813737)].