En este artículo, Miguel Otero Silva resume los orígenes cercanos del abstraccionismo en dos pintores que, a su vez, dan pie a dos tendencias principales: el ruso Wassily Kandinsky (lírico) y el holandés Piet Mondrian (geométrico). Al primero lo vincula con la música y el expresionismo posimpresionista de Van Gogh; en tanto que al segundo con el calvinismo y el apego a la ciencia, a lo constructivo y mecánico, en desprecio de la poesía. Sin embargo, reconoce que ambas tendencias se identifican plenamente al “expresar la pintura por medios que no son suyos”, o sea, a través de la música y la arquitectura cuyos lenguajes son necesariamente abstractos. Aún así considera que la tendencia dominante es la geométrica, lo cual se pone en evidencia en el XVIII Salón Oficial de Arte Venezolano.

En el tercer artículo de su serie “Conceptos concretos sobre el arte abstracto”, el escritor y periodista Miguel Otero Silva (1908–85) explica los orígenes del mismo, mostrando una clara preferencia por la vertiente lírica (“kandinskiana”) contra la neoplasticista impulsada por Mondrian. En este sentido, el autor acusa el predominio del neoplasticismo o la geometría entre los participantes del XVIII Salón Oficial de Arte Venezolano (1957), de los que, a su juicio, sólo salva a Ángel Hurtado (discípulo de Hans Hartung). Por otra parte, lamenta que Mateo Manaure haya “rendido sus velas” para dedicarse al diseño gráfico (“campo tipográfico”, en su cuño). Al contrario de los pintores César Rengifo y Pedro León Castro (defensores acérrimos del realismo social), la crítica de Otero Silva es capaz de modernizar su gusto con la reserva siempre de una abstracción volcada al servicio de la arquitectura. Podría inferirse una crítica indirecta hacia los artistas que han trabajado con el arquitecto Carlos Raúl Villanueva en el proyecto de síntesis de las artes de la Ciudad Universitaria de Caracas (1952?53), una obra identificada entonces con la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez (1952?58). La polémica entre Miguel Otero Silva y Alejandro Otero Rodríguez tuvo gran público y fue reseñada en el exterior (Colombia, Cuba y Argentina); su misma trascendencia queda manifiesta en las varias veces en que ha sido reproducida en el país (1957, 1967, 1976, 1980, 1993 y 2001).

[Para otros artículos de Miguel Otero Silva sobre este tema, consulte en el archivo digital ICAA “I. Un relato necesario. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 855537); “II. Una división sin contenido plástico. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 855992); “IV. Ubicación social del abstraccionismo. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856031); “V. Sobre el mundo interior de los abstraccionistas. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856050); “VI. El regreso a lo funcional y lo decorativo. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856069); “VII. Formas nuevas y sinceridad. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856923); y “VIII. Orientaciones de una nueva pintura. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 8569442)].

[Todo se inicia con la primera respuesta de Miguel Otero Silva a Alejandro Otero titulada “Sobre unas declaraciones disidentes del pintor Alejandro Otero Rodríguez” (doc. no. 813737)].