El escritor Miguel Otero Silva expone aquí el cuarto artículo de la serie “Conceptos concretos sobre la pintura abstracta”, cuya crítica ya no es desde el punto de vista plástico sino ideológico de la pintura abstracta. Considera que el arte puede usarse con fines represivos, aunque liberadores, siendo que, a veces, el arte-purismo constituye una manera simbólica de rechazo social. Juzga que ambas posguerras europeas abonaron el terreno para que diversos ismos, signados por la desaparición del contenido en aras de la forma, se ofrecieran al público y a los artistas como escapismos. Al ceder la mayor importancia a la técnica y a la forma, el arte abstracto reduce, a su juicio, su comprensibilidad, impidiendo que el arte sea “medio de contacto espiritual entre los hombres”.

En esta sección de su larga polémica con el pintor Alejandro Otero (1921?90), el escritor Miguel Otero Silva (1908–85) se aleja del campo formalista para abordar la crítica ideológica. Identifica el arte abstracto (como ya lo había hecho en 1948 el pintor César Rengifo) con una fuga, una actitud escapista producto de la posguerra europea que aniquiló la confianza en la humanidad. La principal falla estaría en privar al público de su contenido referente al hombre y a la naturaleza, que torna comprensible el arte en general. Tanto su condición de humanista de izquierda como la idea del arte comprometido explicarían esta postura, compartida entonces por el grueso de la crítica y el gusto del público en Venezuela, habituados al paisajismo y al realismo social. En esta ocasión, sin embargo, el autor no señala artísticamente a nadie en particular. La polémica entre Miguel Otero Silva y Alejandro Otero Rodríguez tuvo gran público y fue reseñada en el exterior (Colombia, Cuba y Argentina); su misma trascendencia queda manifiesta en las varias veces en que ha sido reproducida en el país (1957, 1967, 1976, 1980, 1993 y 2001).

[Para otros artículos de Miguel Otero Silva sobre este tema, consulte en el archivo digital ICAA “I. Un relato necesario. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 855537); “II. Una división sin contenido plástico. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 855992); “III. Aparición y desarrollo del abstraccionismo. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856012); “V. Sobre el mundo interior de los abstraccionistas. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856050); “VI. El regreso a lo funcional y lo decorativo. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856069); “VII. Formas nuevas y sinceridad. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856923); y “VIII. Orientaciones de una nueva pintura. Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 8569442)].

[Todo se inicia con la primera respuesta de Miguel Otero Silva a Alejandro Otero titulada “Sobre unas declaraciones disidentes del pintor Alejandro Otero Rodríguez” (doc. no. 813737)].