Oswald de Andrade actualiza en este texto el “Manifiesto Antropófago” (1928), estableciendo nuevos nexos con la filosofía contemporánea. Parodiando la duda existencial de Hamlet (“To be or not to be”) vía William Shakespeare, declara de inicio: “tupy or not tupy that is the question”, refiriéndose al grupo tupinambá predominante en la cultura y lenguas indígenas de Brasil. Ya sea en lenguaje irónico o metafórico, Oswald señala que la idea de “antropofagia (cultural)” va más allá del existencialismo. Postula así la verdad del hombre natural, esto es, del hombre desnudo que vive en un universo sin nombres ni fechas. Cita al filósofo francés Jean-Paul Sartre, a los escritores Albert Camus y André Gide, así como la noción de “vida auténtica” expuesta en su contexto filosófico por Martin Heidegger. La propuesta “antropofágica” brasileña sería, a su juicio, una posibilidad de alcanzar el Übermensch [lo sobrehumano] concebido por Nietzsche, o bien la ciudad ideal de Karl Marx, aunada a la necesaria transformación humana iniciada la Era Atómica. Desde su perspectiva, son “antropofágicos” los textos filosófico-revolucionarios de Friedrich Engels y de Vladimir Ilich Lenin sobre la dialéctica. En abierta contraposición a los textos idealistas de la filosofía conocida, Oswald promulga el valor del pensamiento ilógico con algunas frases de efecto: “Nada existe fuera de la Devoración. El ser es la Devoración pura y eterna”.

Oswald de Andrade (1890–1954) es el pilar creativo e intelectual para la fundación del llamado Movimiento Antropófago; a él se debe la piedra en que se amparan las ideas de esta tendencia en el modernismo brasileño: el “Manifesto antropófago”, escrito en 1928 —cuatro años después de su antecedente más cercano, el “Manifiesto Pau-Brasil”.

En 1946, a un año del término de la Segunda Guerra Mundial, el escritor intenta relacionar la metáfora “antropofágica” a ciertas propuestas filosóficas que circulaban en esa época (tales como el existencialismo, la fenomenología y el marxismo), queriendo establecer un parangón entre su pensamiento y tales corrientes. A su juicio, tal vez desmedido, las sobrepasa al resolver problemas expuestos por la propia transformación del hombre contemporáneo. Muchos trechos del texto parten de citaciones del Manifiesto Antropófago original de 1928. Por otra parte, la imagen del hombre desnudo ya había sido usada incansablemente por el artista Flávio de Carvalho en su conferencia presentada durante el IV Congresso Pan-americano de Arquitetos realizado en Rio de Janeiro (1930), a instancias, entre otros, del urbanista Lucio Costa. [ Véase en el archivo digital ICAA: “Uma tese curiosa: a cidade do homem nu” (doc. no. 783858)].

[Véase otros textos de Oswald de Andrade: “Manifesto antropófago” (doc. no. 771303); “Um aspecto antropofágico da cultura brasileira” (doc. no. 842932); “Manifesto Pau-Brasil” (doc. no. 781051); “Pau-Brasil” (doc. no. 784909); ["’Pau-Brasil’, marca de fábrica…”] (doc. no. 784867); [“A reabilitação do primitivo…”] (doc. no. 784450); “A Marcha Das Utopias” (doc. no.  838902); “Péret” (doc. no. 1110367); “Aspectos da pintura através de ‘Marco Zero’” (doc. no. 783942); “Em prol de uma pintura nacional” (doc. no. 783886); y “Museu de arte moderna” (doc. no. 784030)].