A todo lo largo de su controvertida carrera artística, el autor privilegió la aplicación de nociones sicológicas por medio de las diversas expresiones artísticas, fueran estas de las artes plásticas o bien del teatro o de la arquitectura. En este escrito sobre “la ciudad del hombre desnudo” se hace un apelo convocatorio al sicoanálisis freudiano para el trazado medular de un proyecto de urbanismo, cuya implantación parece ser fantástica en el momento en que se ve cimentado, en una buena medida, en “la renovación mental” del ciudadano.
Es presentado en Rio de Janeiro como ponencia, durante el IV Congresso Panamericano de Arquitetos y Flávio de Carvalho lo hace como representante de la “ideología antropofágica” diseminada, desde São Paulo hacia 1928 por un grupo de modernistas brasileños: Oswald de Andrade, Raul Bopp, Oswaldo Costa, Clóvis Gusmão y muchos otros. La propuesta implica en una gran contradicción donde se oponen un tipo urbano destinado al placer (erótico, incluso, o irracional) del hombre salvaje y el racionalismo de la arquitectura moderna entonces en boga (vía Le Corbusier) y básicamente enfocado en el funcionalismo práctico de la organización de la ciudad.
Aun a nivel institucional, Flávio de Carvalho (1899–1973) no cejó de hacer sentir su cariz de intereses experimentales. Por un lado, fundó, con la colaboración de los pintores Emiliano Di Cavalcanti, Carlos Prado y Antonio Gomide, el CAM (Club de los Artistas Modernos), en São Paulo, cuyo propósito inicial fue la promoción de actividades como “modelo colectivo de acción pública” —véase su texto “Recordação do Clube dos Artistas Modernos” [archivo digital ICAA (doc. no. 781340)]. No satisfecho con la idea del CAM —donde se invita como conferencistas a críticos poco convencionales como Mário Pedrosa y Caio Prado, así como al “orador” muralista, como llama a David Alfaro Siqueiros (doc. no. 777225)—, Carvalho radicaliza sus propósitos urbanos, por otro lado, con un “laboratorio experimental” en la propia sede del CAM; donde esta propuesta de transformación es transferida del ciudadano a algo más factible, la expresión escénica, ver “A epopéia do teatro da experiencia e o bailado do deus morto” (doc. no. 780339).
Hay un texto complementario de Carvalho al presente documento; ver “A única arte que presta é a arte anormal” (doc. no. 1084943). En relación a varias citas que hace de Carvalho, de un texto medular para varios escritores de esa época y fundamental de su argumento del hombre desnudo, ver el “Manifesto antropófago” de 1928 (doc. no. 771303).