Informe oficial sobre la evaluación de los proyectos presentados al segundo concurso nacional organizado para erigir un monumento a Túpac Amaru II, el precursor indígena de la independencia, en la Plaza de Armas del Cuzco. El documento precisa que tanto la comisión dictaminadora del concurso como la Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú acordaron, por mayoría, declararlo “desierto”, al no encontrárseles mérito suficiente a ninguna de las trece propuestas presentadas. Se precisa, además, que en una sesión próxima “se establecerán las condiciones específicas del nuevo concurso, considerando la conveniencia de que sea a nivel internacional, dado el rango continental de la figura americana de Túpac Amaru”.

Elocuente documento sobre las frustraciones continuas en uno de los concursos más polémicos y accidentados de la década de los setenta en el Perú, convocado en tres ocasiones y en todas ellas anulados los resultados. Aunque una cuarta edición del concurso premia al escultor académico Joaquín Ugarte y Ugarte (1917–84), su proyecto de representación ecuestre nunca llega a ubicarse en la Plaza de Armas debido a la oposición de los habitantes cuzqueños. Lo consideraban incongruente con el ámbito colonial de ese entorno. Sólo en 1980 se erige el monumento en una plaza especialmente creada para acoger la obra.

Relegado en la historiografía criolla tradicional, la figura de Túpac Amaru fue asumida como emblema por el llamado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas durante su primer periodo (1968–75), caracterizado por reformas socializantes y por su fuerte interés en la representación simbólica. Según el Decreto Ley 18280 de mayo de 1970 [véase en el archivo digital ICAA (sin autor) “Declaran de interés nacional la erección de un monumento a Túpac Amaru en Plaza de Armas, Cuzco” (doc. no. 1139054)] se creó el certamen con el objetivo de situar la figura del prócer indígena [véanse al respecto (sin autor) “Convocan a concurso: monumento a Túpac Amaru se levantará en el Cuzco” (doc. no. 1053438) y de Juan Mendoza Rodríguez “Examinan proyectos para el monumento a Túpac Amaru en Cuzco” (doc. no. 1139072)] en la Plaza de Armas de Cuzco, donde fue ajusticiado. La ley ordenaba además colocar un retrato de Túpac Amaru en todas las instituciones educativas, dando así motivo a la organización simultánea de un concurso pictórico, que también fue declarado “desierto”.

[Como lectura complementaria sobre Túpac Amaru II, véanse en el archivo los siguientes textos: del general EP Felipe de la Barra “¿Cómo fue Túpac Amaru?” (doc. no. 865441); (sin autor) “Convocan a concurso de pintura para perpetuar la imagen plástica del mártir José Gabriel Condorcanqui” (doc. no. 865422); de Alfredo Arrisueño Cornejo “Declaran desierto el Concurso de Pintura ‘Túpac Amaru II’” (doc. no. 865498); (sin autor) “En busca de la imagen arquetípica de Túpac Amaru” (doc. no. 865702); de Daniel Valcárcel “El retrato de Túpac Amaru” (doc. no. 1052165); y de A. O. Z. “Túpac Amaru: ¿verdadero retrato?” (doc. no. 865460)].