El “Salão de 31”, realizado en el propio plantel de la Escola Nacional de Belas Artes en Río de Janeiro, fue organizado por el arquitecto Lúcio [Ribeiro Lima] Costa (1902–98) al asumir la dirección de dicha institución. De hecho, fue un primer intento de encajar asuntos “modernos” en el ámbito académico. El mencionado Salão reunió a nuevos talentos con aquellos emanados de la Semana de Arte Moderna de 1922, provocando así gran consternación en el medio cultural de entonces; a pesar de motivar la dimisión directiva de Costa, el Salão trajo transformaciones profundas en la escena artística, entre ellas, la futura creación del Salão Nacional de Arte Moderna.
Celso Antonio (1896–1984) es, sin duda, uno de los principales “escultores modernistas” anterior a la década de los cincuenta en Brasil. A su vez, Costa —quien además de arquitecto, profesor y hombre de proyección pública— fue un articulador de primera magnitud de la modernidad en Brasil, destacándose, inclusive, como pionero en los asuntos referentes a la preservación del patrimonio histórico y artístico del país. Fungió como coordinador del equipo encargado de realizar el proyecto del MAS (Ministério da Educação e Saúde, 1936), marco de la arquitectura moderna brasileña, contando con la participación de [Édouard Jeanneret-Gris] Le Corbusier.
[Como lectura complementaria, véanse en el archivo digital ICAA los textos de Costa “1951: depoimento de um arquiteto carioca” (doc. no. 1110348); “A crise da arte contemporânea” (doc. no. 1110342); “Considerações sobre arte contemporânea” (doc. no. 1110999); “Uma escola viva de Belas Artes” (doc. no. 1075423); “Max Bill e a arquitetura brasileira vistos por Lúcio Costa: oportunidade perdida” (doc. no. 1110331); “Razões da nova architectura” (doc. no. 1110344); “Relatório do plano pilôto de Brasília” (doc. no. 1110343); y “A solução definitiva = The definitive solution” (doc. no. 1111008). Además, consúltese lo escrito por Candido Portinari respecto al “Salão Lúcio Costa” (doc. no. 1111007)].