El carácter “imprevisible” de la arquitectura brasileña es el tema de este texto de Lucio Costa. En él, elabora toda una teoría referente al arte y arquitectura modernos, la cual se centra en la forma plástica como elemento sine qua non de la obra. El asunto plástico-formal está en estrecha relación con la legítima autenticidad de sus propósitos. Tras ofrecer una definición de arquitectura donde “forma” e “historicidad” se ven íntimamente vinculadas, Costa procura sistematizar una morfología de la historia a través de un dualismo que antepone lo orgánico-funcional contra lo plástico-funcional; para tanto, ejemplifica con el transcurso histórico. En su texto, arquitectura y artes plásticas se asocian en un dualismo irreversible, siendo que estas últimas participan de una antítesis: lo plástico-ideal contra lo orgánico-funcional. Costa comenta, en su escrito, que el arte moderno está estrechamente vinculado con una cierta saturación de experiencias del hombre moderno, con la artificialidad de la polémica entre figurativos y abstractos y, finalmente, con la creencia de que el arte por el arte sería capaz de legitimar una nueva función social en el arte.

Lúcio Costa (1902–98), el arquitecto y urbanista brasileño nacido en Francia, era director de la Escola Nacional de Belas Artes em 1930, año en que propone ciertas modificaciones en el plan de estudios del arte y la arquitectura, posibilitando, así, el acceso de artistas modernos al Salão Nacional de Belas Artes de 1931. Años después, en 1934, es invitado a encabezar la comisión que se encarga de proyectar el edificio para el MES [Ministério da Educação e Saúde], en el centro de Rio de Janeiro. El equipo llamará al arquitecto, diseñador y urbanista suizo Le Corbusier (Charles-Édouard Jeanneret-Gris, 1887-1965) para un parecer técnico. Es un verdadero pionero en su país en lo que respecta al legado cultural a través d su gestión en el Instituto do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional. No obstante, estuvo sujeto a controversia en relación a que, fuera del modernismo arquitectónico brasileño, Costa siempre favoreció la herencia de la colonización portuguesa por encima de cualquier época o grupo étnico, Costa colaboró con arquitectos de renombre en Brasil como Oscar Niemeyer (1907-2012), Affonso Eduardo Reidy y Roberto Burle Marx, entre otros. Se dio a conocer internacionalmente con el diseño urbanístico de la futura capital del Brasil (1958-61), con la silueta de ave de alas abiertas, la vértebra ministerial con los Tres Poderes al fondo y, en el resto de Brasilia, el desarrollo de su idea de las SQ [Super Cuadras].

Costa se preocupó de manera insistente en “A crise da arte contemporânea” donde establece el binomio fusión y/o integración desde la década de cincuenta [véase archivo digital ICAA (doc. no. 1110342)]. Bajo una contraposición similar, integración / desintegración, Costa establece en Brasil sus “Razões da nova architectura” (doc. no. 1110344). Su postura en este documento revela el partido que asume con respecto al proyecto del del MES [Ministério de Educação e Saúde, 1937) que, con el paso del tiempo, se convertirá en el primer edificio de arquitectura moderna brasileña, diseñado bajo los principios del estilo internacional moderno.