Fundada en 1923, bajo la dirección del escritor Eduardo Dieste (1881−54), la agrupación Teseo, Agrupación de Artistas y Escritores Uruguayos, ejerció notable influencia en su momento en el medio local montevideano. El director cumplió importantísimo rol como pensador y difusor de ideas en torno a la plástica en Uruguay durante esa década veinte. La publicación de Teseo significa en el medio local un esfuerzo de difusión sobre aspectos que involucran y afirman tradiciones teóricas de pensadores europeos con la mirada contemporánea desde Uruguay. El libro Teseo —en el que Dieste reúne artículos suyos publicados en el Boletín homónimo— actúa como un gran difusor de ideas y erudición, el cual abarca un amplio panorama de la historia del arte europeo, sus filósofos y críticos. Todas las reflexiones vertidas sobre “historia del arte” procuran cotejos con el medio uruguayo; no obstante, despierta especial interés el hibridismo del análisis entre posturas regionalistas de cuño americanista y posturas derivadas de raíces ideológicas y doctrinarias europeas. Después de discurrir sobre las permanentes inquietudes de la pintura (luz, color, forma), Dieste focaliza su atención en algunos pintores uruguayos; en especial, José Cuneo (1887−1977), al quien coloca sistemáticamente en destaque. El capítulo seleccionado para este documento, si bien atiende brevemente el tema del retrato, se centra en el género paisajístico donde Cuneo muestra un particular interés desde la primera década del siglo XX. Dieste establece parangones entre esta obra paisajística y la gran tradición paisajística europea: abarcando desde el inglés John Constable (1776−1837) hasta los franceses Camille Corot (1796−1875), Julien Dupré (1851−1910), Jean Millet (1814−75), Jean Vuillard (1868 - 1940). Todos ellos fueron artistas que refieren a una larga lista de paisajistas con muy diversos cortes estéticos: románticos, realistas, impresionistas, fauvistas; incluidos el “sincretismo pictórico” según la denominación de Dieste. La empatía de Cuneo con el paisaje destaca por su habilidad en situarse frente al lugar más típico del ambiente; es decir, a partir de aquellos elementos más vitales y orgánicos. El autor reconoce en el artista uruguayo su capacidad para interpretar variantes de flora y de clima: colores de las sequías, quietudes naturales de un mediodía veraniego así como el comportamiento de los árboles surgidos en el campo uruguayo a manera de islotes. Esa mirada crítica a la obra de Cuneo, hecha por Dieste, se impregna de un amoroso criollismo, aunque con consabidas fuentes intelectuales oriundas de Europa. [Como lectura complementaria, véase en el archivo digital ICAA los textos publicados por TESEO (la Agrupación de Artistas y Escritores Uruguayos): por el propio Dieste, “Bernabé Michelena, escultor” (doc. no. 1220780), “El Drama de la Pintura, Teseo, Discusión estética y ejemplos” (doc. no. 1217147), “Humberto Causa, otro pintor de la luz” (doc. no. 1221130), y “El Milagro del Prisma [Teseo Discusión Estética y ejemplos]” (doc. no. 1217097). Además, véase: “Boletín de TESEO [Agrupación de Artistas y Escritores Uruguayos]”, por José Cuneo, Bernabé Michelena, et. al. (doc. no. 1182637); “Carta a Rafael Barradas” (doc. no. 1250919); “De la invención en la pintura” (doc. no. 1245854); “Escuela Taller de Artes Plásticas al Ministro de Instrucción Pública [carta institucional en borrador]”, por Escuela Taller de Artes Plásticas (ETAP) (doc. no. 1265434); “Primer Grupo Argentino de Pintores Modernos” (doc. no. 1228165); “Programa”, por Alberto Zum Felde (doc. no. 1196932); “Teseo. Los Problemas del Arte”, por C.L. (doc. no. 1223765); “Uruguay Olímpico”, por Alberto Lasplaces (doc. no. 1254039)].