El historiador del arte Alberto Madrid (n.1955) publicó este ensayo en su libro Lecciones de cosas 7 textos + postfacio sobre quadrivium de Gonzalo Díaz (1999), dedicado a Quadrivium, la muestra de Gonzalo Díaz (n. 1947) expuesta un año antes en la Galería Gabriela Mistral (1998). En la publicación participaron también Pablo Oyarzún (n. 1950) [véase en el Archivo Digital ICAA “La cuna del delfín” (doc. no. 735850)] y Sergio Rojas (n. 1960); el académico Ivan Trujillo (n. 1963); el artista Demian Schopf (n. 1972); el historiador del arte Gonzalo Arqueros (n. 1958); el mencionado Mellado (n. 1949), citado por Madrid en este texto [“La persistencia programática de una década” (doc. no. 735491)], así como la ensayista Adriana Valdés (n. 1943) [“Un retrato, un paisaje, una dedicatoria (a manera de postfacio)” (doc. no. 735474)].
Quadrivium fue una instalación compleja con diversos componentes. Tomó como estructura las 14 estaciones del Vía Crucis y en cada una había una serie de objetos; sobre el muro se instaló una boca de túnel con un cerro a escala de donde salía un riel curvo conectado a una marina pintada; ésto generaba un acceso para un pequeño barco que (en cada estación) parecía avanzar un poco más hacía la pintura. Frente a cada estación había un trípode con un proyector y un ventilador al lado, además de un pequeño motor que activaba una proyección. En el muro y sobre la instalación del barco, se proyectaban distintas palabras para cada estación: figuras retóricas (metáfora, metonimia, elipsis, etc.). El trípode, con un brazo articulado en la parte inferior, iluminaba con un foco de luz el número romano indicador de la estación. Paralelamente a esta muestra, Díaz exponía, en el Museo Nacional de Bellas Artes en Santiago, la instalación Unidos en la gloria y la muerte. [Para más información sobre esta muestra, véase, en el Archivo Digital ICAA, “Metamorfosis de fachada” (doc. no. 753615) de Roberto Merino]
Gonzalo Díaz, artista visual formado en la Universidad de Chile, desarrolló una obra inicial que cuestionaba las formas tradicionales en que la enseñanza del arte era encasillada como disciplina, particularmente la pintura. Mellado señaló que su exposición Historia sentimental de la pintura chilena (1982) produjo un “reposicionamiento de la pintura chilena” ante prácticas experimentales y conceptuales en el campo artístico chileno surgidas a finales de los setenta. [Para más información al respecto, véase “Gonzalo Díaz: El Kilómetro cientocuatro” (doc. no. 734722) de Mellado]. La crítica cultural Nelly Richard (n. 1948), creadora del concepto Escena de Avanzada —que agrupó a una serie de intervenciones, performances y obras experimentales—, dedicó un capítulo de su libro Margins and Institutions. Art in Chile Since 1973 [Márgenes e instituciones. Arte en Chile desde 1973] (1986) para analizar aquellas obras que cuestionan la tradición pictórica; entre ellas se encuentra el trabajo de Díaz. [Consúltese “Return to the pleasurable” (doc. 743686)]. Después de años de desarrollo y exploración pictórica, Díaz comenzó a trabajar con instalaciones; su obra Pintura por encargo (1985) da el paso que articuló lo pictórico con lo instalativo.