Hacia 1957, los grandes promotores artísticos de São Paulo percibieron que importantes artistas figurativos habían sido excluidos de la bienal, más enfocada en arte concreto. Por ello, el industrial Isaí Leirner (en la época Director del Museu de Arte Moderna de São Paulo) patrocinó una muestra alternativa de 12 artistas de São Paulo. Esta exhibición inicial —que se denominó luego Prêmio Leirner— se realizó en el vestíbulo de las instalaciones del periódico Folha de São Paulo. Eventualmente, Leirner estableció un espacio dedicado a esta causa y conocido como Galeria de Arte das Folhas (en operaciones entre 1958 y 1962) el cual albergó no solo exposiciones sino debates y conferencias promotoras de una amplia gama de tendencias que superaban aquellas apoyadas por los organizadores de la Bienal de São Paulo. Leirner y los demás empresarios que giraron en torno a la Galeria a menudo adquirieron esas obras donándolas posteriormente a diversos museos e impulsando, así, el reconocimiento institucional de los artistas expuestos. En sus cuatro años de actividades, la Galería trajo a la luz talentos entonces emergentes: Franz Weissmann, Regina Silveira, Maria Helena Andrés, Mário Silésio, Di Cavalcanti, Willys de Castro y Hermelindo Fiaminghi, entre ellos.
El artista ítalo-brasileño Waldemar Cordeiro (1925–73) fue, además de crítico de arte, el teórico del Arte Concreto en São Paulo. Desde finales de los años cuarenta, escribió para la prensa brasileña, desencadenando todo tipo de debates con artistas y críticos (en particular con Ferreira Gullar) sobre la índole autorreferencial que conlleva la idea de “lo concreto” —un concepto de arte implicando un “objeto autónomo” absolutamente real. Su ensayo es parte integral de la muestra de siete artistas (todos de la Ciudad de Campinas) en la Galeria de Arte das Folhas en agosto de 1959. Al año siguiente, vuelve a escribir sobre Thomaz Perina para otra muestra en la galería [ver Archivo Digital ICAA (doc. no. 1232976">1232976), así como el Premio Leirner de 1960 (doc. no. 1309148)].
Aunque el Prêmio Leirner de Arte Contemporânea [ver Archivo Digital ICAA (doc. no. 1232976">1232976)] se haya establecido inicialmente en reconocimiento de la obra de artistas figurativos que quedaron fuera de la bienal, el involucramiento de Cordeiro en la inclusión de Perina para esta muestra deja translucir que obras concretistas también fueron consideradas. Originario de Campinas, Perina dio cursos de pintura en su estudio y de dibujo en la Escola de Desenho e Tecnologia de Campinas. Entre sus alumnos se encontraban Geraldo de Souza, Raul Porto, Maria Helena Motta Paes y Francisco Biojone. Aunado a Porto, fue miembro fundador del Grupo Vanguarda que montó más de una veintena de muestras colectivas entre 1957 y 1966, incluyendo una en la Galeria de Arte das Folhas (1959). En el período comprendido entre 1961 y 1975, Perina formó parte del Grupo Hoje.
Cordeiro reseñó otros artistas de la muestra ajenos a la confrontación de entonces entre abstracción y tendencias constructivas. En la obra de Franco Sacchi, Cordeiro percibe la influencia de paisaje urbano del “Novecento” italiano que ha sido destilado en temas y elementos, así como una “geometría rotativa” de perspectivas. Lo háptico (tacto) define la pintura de Maria Helena Motta Paes, en cuyas superficies, los impastos, “debido a un valor convencional o semiótica plástica, pasan a ser una forma comunicativa de sentimientos dramáticos”. Y Geraldo Jurgensen, el único escultor de la muestra, genera una especie de movimientos parabólicos en lo que esculpe en alambre revelando, así, un “gusto compositivo de dinámica compleja aunque organizada”.
[Para lecturas complementarias, ver “Produto direto de uma atitude crítica (…)” de Cordeiro (doc. no. 1087239); “Oito Artistas de Campinas,” de Theon Spanudis (doc. no. 1316891); “Geraldo de Souza,” de Raul Porto (doc. no. 1322383); “Vanguarda e Raul Porto” (doc. no. 1233071); “Raul Porto [Carta] a Aracy Amaral” (doc. no. 1316858) y “Raúl Porto”, los três de Décio Pignatari (doc. no. 1309108)].