Con este primer ensayo de su larga réplica a Miguel Otero Silva, el pintor Alejandro Otero (1921–90) procede a “contestar” cada uno de los argumentos usados contra el arte abstracto. Su lenguaje supera el carácter más periodístico de divulgación de su contrincante, al examinar los temas desde su propia experiencia de pintor, de estudioso y de crítico. De allí que le resulte fácil señalar las flagrantes contradicciones en que cae Miguel, en particular las distinciones que hace en torno a los elementos plásticos, puestos ahora, según Alejandro, al servicio de un arte interesado en expresar la creatividad del ser humano en vez de sucesos y costumbres; igualmente señala el rechazo de Miguel a la asimilación del arte abstracto al arte árabe, por cuanto éste es religioso y el abstraccionismo se niega al símbolo. En ciera medida, la polémica entre los primos Otero puso fin en Venezuela a una incomprensión arrastrada desde mediados de los años cuarenta frente a la legitimidad (o no) de la experiencia abstracta, debido a la dominación del ambiente cultural por los nacionalismos culturales. La polémica fue reseñada en el exterior (Colombia, Cuba y Argentina) y ha sido reproducida en varias oportunidades (1957, 1967, 1976, 1980, 1993, 2001).
[Para seguir leyendo la larga réplica a Miguel Otero Silva, consúltese el archivo digital ICAA: “Réplica a Miguel Otero Silva: II” (doc. no. 1097140); y “Réplica a Miguel Otero Silva: III” (doc. no. 1097156)].
[Para consultar los argumentos contra el arte abstracto publicados por Miguel Otero Silva en 1957, véase el archivo digital ICAA: “I : Un Relato necesario: Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 855537); “II: Una división sin contenido plástico: Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 855992); “III: Aparición y desarrollo del abstraccionismo: Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856012); “IV: Ubicación social del abstraccionismo: Conceptos concretos sobre la pintura abstracta” (doc. no. 856031].