En entrevista con Armando J. Florez, Jacobo Borges afirma que el artista debe mantener una visión global en torno a lo político y a los valores reales del hombre, alejado de las limitaciones que imponen las ideologías. El pintor cree que Venezuela necesita profundizar su democracia, ampliando la participación ciudadana y con una mejor repartición de las riquezas. Borges sostiene que, a diferencia de la literatura, no existe una pintura latinoamericana, pues esta última no ha observado al continente, salvo en raras ocasiones. Agrega que su pintura intenta mostrar un espacio plástico nuevo, en el que se manifiesta una simultaneidad en el tiempo que es pertinente a todo hombre contemporáneo; algo que no es exclusivo del latinoamericano.

Esta entrevista fue realizada al pintor venezolano Jacobo Borges (n. 1931) en Nueva York con motivo de la presentación en esa ciudad de la exposición Jacobo Borges en la Galería CDS (bajo la dirección de Clara Diament Sujo), en 1983. La entrevista trata dos temas fundamentales asociados a la obra de Borges, aunque de distinta significación: el asunto político, como marco de referencia, y la especificidad de una pintura latinoamericana, representada en la obra del pintor. El pintor toca de manera clara y directa el tema político en dos distintas dimensiones: la de la plástica, así como la que ocupa la vida real y cotidiana, las cuales, tradicionalmente en Venezuela, habían estado directamente relacionadas en la época del realismo social y hasta finales de los años sesenta. La pintura comprometida de izquierda solía expresar su ideología de manera obvia en la obra de arte como una suerte de manifiesto. Borges, y con él la Nueva Figuración, rompen este paradigma y, aunque militante de izquierda, rechaza las imposiciones ideológicas dogmáticas que se traducen en la pintura a una limitación de los recursos expresivos y de la libertad del artista. La obra de Borges, inclusive la de más fuerte contenido político en los años sesenta, había sido alabada justamente por la calidad plástica y simbólica de sus discursos, distanciados tanto del panfleto como de los recursos obvios. Esta entrevista de Borges deja asentada esta disposición y voluntad, aun cuando manifieste en la vida real su preferencia por el candidato de izquierda, Teodoro Petkoff, representante del Movimiento al Socialismo (MAS) para las venideras elecciones. 

En cuanto al segundo tema tratado en la entrevista, es curioso que —aun cuando la crítica hubiera señalado al pintor como uno de los representantes de la pintura latinoamericana, y este en cierta forma lo admita de esa manera en la entrevista— Borges niegue la existencia de una pintura latinoamericana como tal. De hecho, ella no conglomera a un grupo significativo de pintores con contribuciones similares (como se expresan en la literatura) y entiende que sus aportes están dirigidos más al hombre contemporáneo en un sentido más global.

Véase, al respecto de la obra de Jacobo Borges, el texto de Donald Kuspit “Jacobo Borges’s creation of potential space / Jacobo Borges e la creazione dello spazio potenziale” [doc. no. 1060608]; de Perán Erminy “Una exposición de obras de Jacobo Borges” [doc. no. 1060424]; la reseña periodística de Elizabeth Pérez Luna “Jacobo Borges: La pasión de la identidad” [doc. no. 1063714]; el texto del crítico Inocente Palacios “Jacobo Borges” [doc. no. 1060361]; el ensayo de la historiadora Berta Taracena “Jacobo Borges en México” [doc. no. 1063795]; el texto del crítico Roberto Guevara “(Sin título) [Un día el poeta sentó la belleza en sus rodillas… ]” [doc. no. 1060477]; la entrevista de Lenelina Delgado titulada “Somos una ficción” [doc. no. 1063831]; y la de José Luis Colin “Entre la acción colectiva y la búsqueda individual: Jacobo Borges” [doc. no. 1063769].