El crítico, curador y gerente cultural venezolano Roberto Guevara (1932–98) escribió el texto de presentación de la exposición 10 pintores venezolanos de la nueva figuración celebrada en los espacios de la Sala Mendoza, Caracas, en 1968. Aunque la nueva figuración había aparecido aproximadamente desde 1956, esta muestra representó un punto significativo en la historia de tal corriente, en cuanto a que evidenció y formuló las afinidades conceptuales de un grupo de diez artistas venezolanos; los cuales, a pesar de sus diferencias generacionales, formales y de trayectorias, pasan a reconocerse por su novedoso tratamiento de la figura, distinguiéndose, así, de otras tendencias que entonces compartían el escenario de la plástica; entre ellas el informalismo (con el que tuvo afinidades formales en un principio) y el cinetismo. Los artistas presentes en la muestra fueron: Mario Abreu, Jacobo Borges, José Antonio Dávila, Manuel Espinoza, Luis Guevara Moreno, Antonio Moya, Roberto Obregón, Alirio Palacios, Alirio Rodríguez y Régulo Pérez. En su análisis, Guevara explica las fuentes conceptuales y nutrientes de los artistas de la nueva figuración; en este sentido, lo percibe como una reelaboración del Pop Art en lo referente a cierta magnificación del poder de la imagen. Sin embargo, en Venezuela, esta corriente adquiere “voluntad de protesta” y “conciencia crítica” como modo de enfrentar la realidad y formular así un nuevo humanismo. A su vez, Guevara aprecia que tales particularidades de la nueva figuración venezolana representen los únicos elementos comunes de aquellos artistas que la cultivan, pues sus manifestaciones (en lo formal) son muy disímiles.