El artista Juan Downey (1940-1993) escribió “Noreshi Towai” para su exposición Festival Downey: Video porque Te Ve expuesta en la Galería Visuala (Santiago, 1987). Una muestra que en su catálogo reunió textos de la escritora Diamela Eltit (n. 1949), el crítico de arte Justo Pastor Mellado (n. 1949), la curadora estadounidense Anne Hoy, el intelectual Patricio Marchant (1939-1990), los antropólogos Pedro Mege (chileno) y el estadounidense Eric Michaels (1948-1988), el videoartista chileno Néstor Olhagaray (1946-2020), el investigador José Pérez de Arce (n. 1950) y el arqueólogo chileno radicado en Estados Unidos, Constantino Torres. Múltiples enfoques que evidencian la complejidad de una propuesta artística que reflexionó profundamente en torno a su medio, a las posibilidades de exhibición así como a las complejidades de la cultura, la vida en sociedad, la política y la historia. [Para otros textos del catálogo, consúltese en el Archivo Digital ICAA “El misterio de la Gran Pirámide” (doc. no. 735702) de Mellado; “Juan Downey y el video espejo” (doc. no. 735687">735687) de Pérez de Arce; “Video arte y autobiografía” (doc. no. 735821) de Marchant; “El olor del aguarrás” (doc. no. 735687">735687) del propio Downey; “A propósito de "Yanomami (1977)” (doc. no. 735727) de Olhagaray; y “Cómo vernos viendo a los Yanomami, viéndonos” (doc. no. 735781) de Michaels].
Juan Downey fue un pionero del videoarte, no obstante su obra se desarrolló también a través del dibujo, el grabado y la pintura. Su trayectoria estuvo marcada por una búsqueda medial autodidacta que le permitió afianzar una obra inédita. A los 22 años, tras graduarse de arquitecto, partió de Chile hacia Alemania, estudió pintura en España, para luego ir a Francia, donde se interiorizó en el grabado. Finalmente, a mediados de los sesenta, se radicó en Estados Unidos, lugar desde el cual viajó a diferentes países, puesto que el encuentro con otras culturas era parte constitutiva de su poética. Ejemplo de esto es su serie Trans americas (1973-76), una de las más reconocidas de su carrera y a la que refiere en el texto revisado “El viaje” como autodescubrimiento, así como las exploraciones tecnológicas son constantes que atraviesan su trabajo. El modo en que exhibía sus videos era complejo, monitores y otros objetos complementaban el entramado propuesto a partir del audiovisual. Cuestión que podemos observar en los registros de Rewe (1971), instalación de televisores en forma de columna que emula, tal como su título lo indica, al rewe mapuche, pieza ceremonial mediante la cual la autoridad espiritual se conecta con las energías provenientes de sus antepasados y la naturaleza. Los múltiples videos en simultáneo que componían la obra eran coronados por un televisor de mayor formato en el que transitaba un texto crítico respecto de la situación del continente bajo el dominio norteamericano.
Su condición de extranjero marcó su obra, no obstante, Chile era una de sus obsesiones, puesto que sus videos pueden entenderse como un constante homenaje al país, tal como lo plantea la escritora Diamela Eltit (n. 1949) en el texto “Madre Patria” (doc. no. 735694). En 1961, antes de partir de Chile, realizó un par de muestras individuales, para volver a exponer en su país solo a mediados de los ochenta. En 1984 mostró 20 años de dibujos, grabados y videos en Galería Plástica 3, y en 1987 Festival Downey: Video porque Te Ve en Galería Visuala. En términos generales, su propuesta artística ha sido leída por diversos autores, quienes destacan su interés por la ecología, el extractivismo, la cultura de masas y el multiculturalismo. [Para acceder a lecturas de las obras de Downey realizadas en una retrospectiva póstuma realizada en Chile véase “Viaje hacia la totalidad” (doc. no. 739212) de Carlos Aldunate; “Juan Downey: el dibujo como paradoja” (doc. no. 739194) de Mary Sabbatino; “Paideia de Juan Downey” (doc. no. 739185) de Pablo Oyarzún; y “Reelaborando la modernidad de Juan Downey en The thinking eye” (doc. no. 739203) de John Hanhardt].