Nota informativa sobre las acciones que emprendía el autodenominado “Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas Peruanas”, presidido por el general Juan Velasco Alvarado y en el campo de la promoción del sector artesanal en el Perú. El texto hace mención a un reciente decreto que crea la EPPA (Empresa Peruana de Promoción Artesanal), cuya finalidad era proteger e impulsar dicha producción. En la nota, se comenta El Plan de Desarrollo a Mediano Plazo para la formación profesional, administrativa, técnica, comercial y financiera del artesano, así como la creación de 191 mil nuevos puestos de trabajo para el siguiente quinquenio. Otra manera de apoyar a las asociaciones y cooperativas artesanales, por parte del gobierno, fue la organización de premios nacionales y grandes ferias como Naylamp 72 (desarrollada en la ciudad norteña de Chiclayo ese mismo año de 1972). Sin embargo, el texto sugiere que tales medidas no parten sólo del Estado, sino también de las mismas organizaciones de artesanías. 

Texto publicado en el órgano informativo oficial del SINAMOS [Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social], dependencia creada por el llamado “Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas Peruanas”, en su primera fase (1968–75), para la difusión masiva de sus acciones. Como parte de la política de promoción intensa del sector artesanal llevada a cabo por este régimen con la EPPA (Empresa Peruana de Promoción Artesanal, 25 de octubre de 1972), el estado peruano organizó grandes ferias nacionales cuyo objetivo era atraer a los artesanos ofreciéndoles un mercado de venta. El primer gran experimento de este tipo fue Naylamp 72 (del 17 al 23 de diciembre de 1972), realizado en la ciudad de Chiclayo [véase en el archivo digital ICAA la reseña periodística (sin autor) “Naylamp 72” (doc. no. 1139009)]. De hecho, este tipo de actividades se sumaba a las primeras acciones gubernamentales por diluir las fronteras entre arte “culto” y arte “popular”, lo cual abriría la discusión en el meollo de la intelectualidad local. El clímax de este debate tendrá lugar en 1975 con el polémico otorgamiento del Premio Nacional de Cultura al imaginero y retablista popular Joaquín López Antay (1897–1981), nacido en Ayacucho.

[Como lectura complementaria sobre el SINAMOS y Naylamp 72, véanse también en el archivo los siguientes textos: de Alfonso Castrillón, Leslie Lee y Carlos Bernasconi “Fundamentación para el dictamen por mayoría simple a favor del artista popular Joaquín López Antay” (doc. no. 1135896); de Alfonso Bermúdez “Premio a López Antay suscita controversias. Unos: consagración del arte popular. Otros: una cosa es arte y otra artesanía” (doc. no. 1135879); de Francisco Abril de Vivero, Luis Cossío Marino y Alberto Dávila “Artistas plásticos cuestionan premio” (doc. no. 1135960); y (sin autor) “‘No todos nos quieren ni en Lima ni en Ayacucho’: así comentó sobre cuestionamiento a premio” (doc. no. 1135930)].

[Además, consúltense otros textos, todos sin autor, sobre los festivales multidisciplinarios organizados por el SINAMOS, como sobre Contacta 72 (1972) en “Arte libertario” (doc. no. 1138949), “SINAMOS Contacta 72: a los artistas y artesanos del Perú” (doc. no. 1138964), “Contacta 72 será una experiencia de significación” (doc. no. 1138979) y “Pueblo y arte se dieron la mano en Contacta 72: gran cita en el Parque de la Reserva” (doc. no. 1138994); sobre Inkari (1973) en “Reintegración. Inkari: un reencuentro esperado” (doc. no. 1139039); y sobre ORAMS IX (1975) en “Arte y Pueblo” (doc. no. 1139024)].