El artículo “El performance en Colombia a finales del siglo XX. Apuntes sobre una investigación de una generación olvidada” (2007) fuepublicado en Reflector en su segunda edición —subtitulada“Hibridaciones en el arte contemporáneo”; se trata de una publicación virtual especializada en cine y teatro de la Universidad Nacional de Colombia. Fue escrito por el crítico Ricardo Arcos Palmas como breve introducción a la investigación (en desarrollo desde el 2007) titulada El cuerpo entre la representación y la presencia. Palmas describe los motivos por los cuales el cuerpo deja de ser representado a partir de las vanguardias modernistas, esbozando el panorama que permitió la entrada del performance como medio ruptor en las artes plásticas durante el siglo XX. A continuación, contextualiza cómo esta crisis representativa del cuerpo es vivida en Colombia (desde la década del ochenta) y asumida con radicalidad en la década siguiente. Después de contextualizar al lector en la situación política del país en los noventa, Palmas describe, analiza y rescata la obra de los artistas colombianos Constanza Camelo, Raúl Naranjo, Erika Mabel Jaramillo, Fernando Pertuz, María José Arjona y Wilson Díaz, A su juicio, son algunos ejemplos de “generación olvidada”, pues asegura han sido ignorados tanto por la crítica como por el medio artístico de la época.

El documento es importante pues señala la carencia de documentación histórica y teórica en torno al cuerpo y al performance como práctica en el contexto artístico colombiano, desde comienzo de los años ochenta cuando el medio cobra fuerzas. El texto apunta hacia la lectura del trabajo varios artistas nacionales: Constanza Camelo (n. 1970), Raúl Naranjo (n. 1968), Erika Mabel Jaramillo (n. 1974) Fernando Pertuz (n. 1968), María José Arjona (n. 1983) y Wilson Díaz (n. 1963). Se trata de un grupo contemporáneo de artistas marcados por un medio donde el performance ya se había institucionalizado dentro del ámbito nacional por los reconocimientos obtenidos por la generación de los ochenta; a saber, María Teresa Hincapié (1954–2008), Rolf Abderhalden (n. 1956), Alfonso Suárez (n. 1952), entre muchos otros. Palmas señala la investigación y muestra Actos de Fabulación (2000) [véanse doc. no. 1099666, doc. no. 1099681, doc. no. 1129442 y doc. no. 1129458] hecha por la curadora Consuelo Pabón (n. 1961), pionera en reunir en Colombia documentación teórica en torno al tema para fines curatoriales. Aunque realizó un importante señalamiento de los artistas protagonistas al final del siglo XX e inicios del XXI evidencia el vacío teórico e investigativo que el performance tiene en ámbito nacional.

Arcos afirma que la generación a la que hace referencia ha sido ignorada por completo en el medio artístico nacional —a pesar del reconocimiento internacional con el que sus obras cuenten. Esto resulta paradójico, pues los artistas propuestos por el autor hoy son miembros activos en el medio artístico nacional, son reconocidos por su obra en diferentes eventos y/o por los papeles desempeñados en diversas instituciones educativas y artísticas donde están vinculados. Aunque sea evidente que la queja del autor apunta a la falta de un discurso e investigación consolidados en torno al performance en Colombia, su visión a partir de una lectura generacional corre el riesgo de achatar las diferentes prácticas de los artistas bajo la misma voz sociopolítica de una época. Así, va dejando fuera a otros que no desenvuelvan su obra bajo problemáticas comunes señaladas. La critica anterior no pretende desconocer el contexto político en el que fueron desarrolladas las propuestas ni deja de manifestar el cuidado con que Arcos sostiene que este texto funciona como mero preámbulo de una investigación posterior; aquella que pretenda llenar el vacío existente en la historia del performance en Colombia. Es destacable el valor que el autor le da tanto a las descripciones de las obras como su reconocimiento de dos tendencias:el activismo político, por un lado, y lo ritualista o metafísico, por el otro.  

Ricardo Arcos Palmas (n. 1968) es crítico de arte con estudios de filosofía; doctorado en Ciencias del Arte y Magister en Estética de la Universidad Sorbona de París. Actualmente (2009), se desempeña como director del Museo de Arte de la Universidad Nacional de Colombia y es profesor de Historia y Teoría del Arte, en la misma institución.