El texto escrito por la crítica de arte Icleia Borsa Cattani es el resultado de una profunda investigación acerca de la producción, circulación y mercado del arte en la década de los ochenta y en su región, en el estado do Rio Grande do Sul (RGS). El objetivo en vista es avaluar la existencia (o no) de una identidad regional con que se impregne el trabajo de los artistas, la política cultural de instituciones públicas y la selección de marchands y coleccionistas nacidos u operando en el estado durante dicho período. Según la autora, la configuración de un “arte gaúcho” [colectivo que identifica en Brasil a los oriundos de estado de RGS] de acuerdo a los materiales utilizados, la temática, la hechura y procedimientos artísticos, no encuentra, en el arte contemporáneo, correspondencia con una intención de cuño regionalista. Para ella, al contrario, muchos artistas de Rio Grande do Sul —desde la década de los setenta, por lo menos— habrían superado las penurias del ambiente cultural y de las relaciones de poder instituidas en el medio artístico local, para producir una obra con ciertas especificidades referentes no sólo a un origen geográfico, sino incluso a problemas socioculturales y a asuntos de “la forma”, que son intrínsecos al arte y fueron capaces de alcanzar “patrones de calidad internacional”.  

Para este estudio sobre la identidad cultural del circuito del arte contemporáneo en el estado de Rio Grande do Sul, Icleia Borsa Cattani examina la actividad desarrollada por diversas galerías e  instituciones públicas, coleccionistas y artistas, desde finales de los años setenta, cuando, a su juicio, los medios de producción y de circulación del arte en el estado más meridional del Brasil han dejado de caracterizarse por “la diferencia” —por especificidades meramente regionales— para asumir una “equiparación cualitativa” con el arte y con el aparato de difusión que detentan los centros artísticos hegemónicos, tanto en Brasil como en el resto del mundo. La investigación se basa, en parte, en testimonios recogidos a lo largo de galeristas, coleccionistas, críticos de arte y artistas; entre ellos, Elcio Rossini, Gaudêncio Fidelis, Mário Rohnelt, Wilson Cavalcanti, Lorena Geisel, Evelyn Berg y Maria Helena Webster. Entre los artistas mencionados en su texto están Ado Malagoli, Iberê Camargo, Vera Chaves Barcellos, Diana Domingues, Rafael França, Luiz Gonzaga Mello Gomes, Karin Lambrecht, Jailton Moreira y el grupo Nervo Óptico.

El asunto vertebral de la identidad, que pasó a identificar la década de los setenta, es el meollo de esta investigación. En Brasil la podemos complementar con otros estudios. Aracy Amaral escribió sobre un escritor y profesor argentino que penetró hondo en el asunto en “Damián Bayón: um olhar sobre a América” [doc. no. 776714]. Desdoblando el problema en un contexto continental, Annateresa Fabris concibió el texto “A identidade no plural” [doc. no. 808207]. El teórico de la mundialización cultural, Renato Ortiz, examina bajo parámetros sociológicos el concepto de “identidad” en la contemporaneidad del mundo global, en impecable ensayo titulado “Modernidade-mundo e identidades” [doc. no. 1111333]. Publicado en la revista Malasartes, el ensayo “A querela do Brasil” [doc. no. 1074928] dio origen a una tesis de doctorado del artista y militante Carlos Zilio, dada a conocer, posteriormente, en un libro bajo el título de A querela do Brasil - A questão da identidade da arte brasileira (1982).

Icleia Borsa Cattani escribió otro ensayo sobre artistas que operan en el sur del Brasil titulado “Imagem e semelhança” [doc. no. 1111397]. En el ámbito regional de Rio Grande do Sul, hubo el grupo Nervo Óptico que menciona al final la autora; para una descripción grupal de las obras de su primera exhibición y del testimonio de los artistas respecto a las intenciones semióticas de su trabajo, quedan al alcance del público los 13 números de su revista Nervo Óptico, documentos consecutivos del [doc. no. 1110913] al [doc. no. 1110925].