En el artículo de Alejandro Otero (1921–90) “Cómo trabajamos los pintores venezolanos en París” (El Nacional, 17 de julio de 1949) [véase el archivo digital ICAA (doc. no. 1102443)] se comentan opiniones negativas emitidas por Pedro León Castro (1913–2003) en un primer texto, sin título, publicado en el catálogo Pedro León Castro (Caracas, 1949) (doc. no. 813765). León Castro señala la polémica surgida a raíz de la exposición de Alejandro Otero en el Museo de Bellas Artes de Caracas (enero de 1949) con su serie Las Cafeteras. Aunque en la polémica participaron varios intelectuales y artistas como Guillermo Meneses, César Rengifo, Domingo Maza Zabala y J. R. Guillent Pérez, este artículo propició una serie de cuatro textos relacionados entre sí (tres de ellos en respuesta a textos anteriores). El primero de la serie es el breve texto de León Castro sin título (un “prólogo” por quienes lo comentan) aparecido en el catálogo de su muestra en el Museo de Bellas Artes (junio de 1949); el segundo es el de Otero titulado “Cómo trabajamos los pintores venezolanos en París” (El Nacional, 17 de julio de 1949); el tercero es este artículo (publicado en El Nacional, 31 de julio de 1949) y el cuarto es de Pascual Navarro, “Anacronismo e irresponsabilidad”, publicado en la revista Los Disidentes en 1950 (doc. no. 813751). Interesa observar que León Castro arremete contra los jóvenes abstractos un año antes de su formación grupal como Los Disidentes operando desde la capital francesa, y que estas reacciones de indignación y rechazo contribuyeron a la gestación del colectivo. Si en su primer artículo, León Castro sólo alude a Otero, en este esgrime acusaciones directas al joven pintor a quien llama “el señor Otero” para desmentirlo y desacreditarlo. En ambos escritos sus opiniones ponen en evidencia cómo las primeras reacciones contra el abstraccionismo en Venezuela fueron más de naturaleza moral e incomprensiva que de orden teórico; es más, exhiben ingredientes de pugna generacional. León Castro refuerza su moralismo contra los jóvenes vía discurso político; juzga ser una traición al hombre y a los pueblos el encerrarse en torres de marfil para elucubrar formas purísimas, dando la espalda a problemas por los que mueren millares de seres humanos.
Reproducido en Roldán Esteva-Grillet, Fuentes documentales y críticas de las artes plásticas venezolanas: siglo XIX y XX, tomo I (Caracas: Universidad Central de Venezuela, 2001).
Los Disidentes fue un grupo creado en París en 1950 por un grupo de artistas y escritores venezolanos que vivieron en esa ciudad entre 1945 y 1952. Desde la capital francesa se proponen luchar en contra de la educación oficial impartida en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas, cuyas fuentes provenían del paisajismo y nativismo, específicamente. Haciendo honor a su nombre, Los Disidentes procuraban alcanzar la renovación del arte tradicional y académico mediante la asimilación de los valores de la abstracción europea. Entre sus pintores figuraban Alejandro Otero [véase “Del arte abstracto” (doc. no. 813611), “Las ‘placas al mérito’ y la juventud” (doc. no 813429) y “Mateo Manaure en la pintura: un joven pintor venezolano, en viaje hacia París” (doc. no. 813639)]; Pascual Navarro, Luis Guevara Moreno, Carlos González Bogen [“La escuela ‘de los paisajistas’ de Caracas” (doc. no. 813695) y “‘De nuevo’ Los Disidentes” (doc. no. 813667)]; Mateo Manaure [“Carlos González Bogen: pintor” (doc. no. 813583)]; Narciso Debourg [“En torno a la pintura de hoy” (doc. no. 813597)]; Perán Erminy, Rubén Núñez, Dora Hersen y Aimée Battistini, además del entonces estudiante de filosofía J. R. Guillent Pérez [“Lo latinoamericano y lo occidental [Parte I]” (doc. no. 813723) y “Lo latinoamericano y lo occidental (Continuación)” (doc. no. 813478)]. A ellos se les sumaron, posteriormente, otros artistas nacionales como Armando Barrios, Miguel Arroyo, Oswaldo Vigas, Omar Carreño, Alirio Oramas y Régulo Pérez. Publicaron una revista con el propio nombre del grupo, Los Disidentes, la cual alcanzó a publicar cinco números, siendo su principal órgano de divulgación.