Este material parece ser una maqueta y proyecto para el catálogo de la exposición Homenaje a la cursilería que, organizada por El Techo de la Ballena (Caracas, 1961−69), se celebró el 7 de mayo de 1961. La muestra reunía objetos y textos literarios que los balleneros consideraban “pavosos”. En el lenguaje común venezolano, “pava” significa mala suerte. En un rasgo característico de la agrupación, se pretende advertir, con ironía y juegos de lenguaje, contra el lugar común de temas y formas de la literatura, la plástica, lo político y lo social que se han desgastado.
El Techo de la Ballena fue una agrupación de artistas plásticos y escritores de la vanguardia venezolana, que entre los años 1961 y 1968, combinaron diferentes disciplinas: plástica, poesía, fotografía, cine, arte de acción, entre otras, para crear un arte de carácter revolucionario que cuestionaba y combatía valores sociales y culturales tradicionales en una de las décadas de mayor violencia política de Venezuela, de la cual fueron el equivalente artístico. La guerrilla, los postulados de la izquierda intelectual, la represión, la urbe deformada por el acelerado y forzado modelo desarrollista de la naciente democracia venezolana de Rómulo Betancourt (1959-64) fueron el marco de referencia en el que se desenvolvió la agrupación. En la plástica, asumieron la estética del informalismo a la que le añadieron una fuerte dosis de agresividad para contrariar así los valores de la geometría abstracta, del paisajismo tradicional y hasta del realismo social, sumado a una estrategia subversiva y provocadora, irracional y surrealista. Su producción editorial fue numerosa —incluidos los tres números de la revista Rayado sobre el techo— al igual que sus exhibiciones. Sus integrantes fueron, entre otros, los venezolanos Carlos Contramaestre, Juan Calzadilla, Caupolicán Ovalles, Edmundo Aray, Francisco Pérez Perdomo, Salvador Garmendia, Adriano González León, Fernando Irazábal, Daniel González, Gabriel Morera, Gonzalo Castellanos, Perán Erminy, y los extranjeros integrados al país: el chileno Dámaso Ogaz y los españoles J. M. Cruxent, Ángel Luque y Antonio Moya.
[Para más textos escritos por integrantes del grupo El Techo de la Ballena, consúltese el archivo digital ICAA: “Homenaje a la necrofilia”, en el cual Adriano González presenta un ensayo sobre el amor, la muerte y la necrofilia con el que introduce a la obra de Carlos Contramaestre exhibida en la exposición Homenaje a la Necrofilia, en 1962 en la Galería El Techo de la Ballena, Caracas (doc. no. 1097543); “Los tumorales I y II”, en el cual Juan Calzadilla y Carlos Contramaestre presentan la exposición denominada Los Tumorales, de Contramaestre, en 1963 en la Galería El Techo de la Ballena, Caracas (doc. no. 1097559); “Tercer manifiesto: ¿Por qué la ballena?” de Adriano González León (doc. no. 1097576); y (sin título) [Hay ciertos rostros de la ciudad...] de Pérez Perdomo, Francisco] (doc. no. 1060288). Más aun, véase de El techo de la Ballena: “Para la restitución del magma” (doc. no. 1060710); “Las "Instituciones de cultura" nos roban el oxígeno, afirman” (doc. no. 1060199); Rayado sobre el techo: Cambiar la vida, transformar la sociedad (doc. no. 1060254); y “Segundo manifiesto” (doc. no. 1057677)].