El pintor, dramaturgo, poeta, periodista y promotor cultural César Rengifo (1915–80) asimila en este texto —fielmente y casi de manera ortodoxa— las doctrinas del marxismo a las del realismo social, señalando de manera vehemente al “arte realista” como instrumento de lucha, transformador y liberador, de las clases mayoritarias y oprimidas. Estudia y caracteriza al realismo en su oposición ideológica al abstraccionismo; puede decirse que, a partir de este documento, Rengifo pasa a protagonizar la corriente del realismo social en Venezuela, cuya causa defiende y promueve de manera militante. Lo hace tanto en la teoría (según lo prueba este documento) como en su praxis artística (alternada entre la plástica y la literatura). La influencia del muralismo mexicano, aunque sea tardía en Venezuela, adquiere una fuerza directa en los planteamientos de Rengifo ya que conoció las obras de estos de primera mano, cuando estudió en la Academia San Carlos de México (1938–39). En ese sentido, hay que destacar también la concesión al arte abstracto que hace al final del texto, estimando y reconociendo la utilidad de ciertos valores formales del abstraccionismo, de cuya axiología se han valido los muralistas mexicanos.
Este texto suma argumentos a la controversia entre el arte figurativo y la abstracción. De hecho, este artículo es expresión de dicha discusión cuya contraparte en defensa del arte abstracto estuvo representada por Miguel Arroyo, con el artículo “Realismo y abstraccionismo, confusión de términos”, publicado en el diario El Nacional, el 13 de septiembre de 1948 [véase doc. no. 813807]. Ambos artículos se originaron a partir de debates celebrados en el Centro Venezolano–Soviético (julio y agosto del mismo año), cuyo tema central giró en torno a “El realismo en el arte”. Cabe destacar que para el momento en que este documento se escribe, Venezuela vivía un breve período democrático (entre dos dictaduras), bajo la presidencia del escritor Rómulo Gallegos, interrumpido violentamente por otro golpe de estado militar. Como era de esperarse, este receso democrático fue válvula de escape para el ejercicio de libertades y el debate en todas las áreas del pensamiento crítico en el país.
Para consultar otros documentos en torno a la obra del artista, vea la entrevista de la periodista Silvia Coronil donde Rengifo habla del premio CONAC [Consejo Nacional de la Cultura] obtenido por él, “El arte y la política vistos por César Rengifo. En entrevista exclusiva con ‘Tribuna Popular’” [doc. no. 1172426]; la entrevista del ensayista Jorge Nunes “César Rengifo: el retorno a las raíces” [doc. no. 1101822]; y la entrevista de Irma Valero “César Rengifo: ‘No hay arte sin ideología’” [doc. no. 1141917]; los ensayos de Pedro Beroes “Viva memoria de César Rengifo” [doc. no. 1141854], de José María Salvador “César Rengifo. El drama humano” [doc. no. 1101982], y de José Ratto Ciarlo “Retrospectiva de César Rengifo 1931?1974” [doc. no. 1101966]. Por otra parte, el propio Rengifo escribió tanto “Del abstraccionismo a un nuevo realismo. Presente y porvenir de la pintura” [doc. no. 1074194], como “Verdades y mentiras del abstraccionismo” [doc. no. 1065758].