El escritor y polímata brasileño Mário de Andrade (1893–1945) se focaliza, en este ensayo, en aquellas obras que a su juicio son capaces de señalar la reconstitución de la trayectoria artística de Lasar Segall. Entre ellas, Eternos caminhantes (1918), una de las diez obras del pintor lituano (nacionalizado brasileño) que formaron parte de la muestra que se organiza en la Alemania nazi contra el arte moderno, tildado entonces de “arte degenerado” (Múnich, 1937). El lienzo pertenece a una “fase brasileña” del artista pintada entre su primera visita al país (en 1912) y su estancia definitiva en 1923.
Por otra parte, Abílio Miller hace quizás la primera crítica sobre la obra de Segall en “Um pintor das almas” [doc. no. 1084988] durante una muestra en São Paulo en 1913. Posteriormente, la revista Novíssima (1923) publica un artículo anónimo sobre el segundo viaje al Brasil de Segall y su estética [doc. no. 781161]. En 1945, la Revista Acadêmica dedica un “número de homenagem a Lasar Segall” de 82 páginas [doc. no. 1110322].
Lasar Segall (1891–1957) fue un artista nacido en la comunidad judaica de Vilna (Lituania). Ingresó a la Escuela de Artes Aplicadas de Berlín, llegando a frecuentar, a principios de siglo, la Academia de Bellas Artes. Viaja a Brasil en 1912, donde ya residían sus hermanos, y el Centro de Ciências e Artes de Campinas (SP) adquiere una obra suya: Cabeça de menina russa (1908). Vuelve a Europa durante los años de la Primera Guerra Mundial. Funda con pintores alemanes (como Otto Dix) el Dresdner Sezession – Gruppe 1919. A partir de una Exposición de Arte Ruso en Hannover (1921) establece vínculos con Kandinsky. En 1923 vuelve al Brasil. Decora con pintura mural el Pavilhão de Arte Moderna, lugar de reunión de intelectuales y de artistas y casa de la gran promotora de la Semana de Arte Moderna de 1922, la Sra. Olivia Guedes Penteado. La obra merece la reseña de Mário de Andrade, quien identifica su “fase brasileña” (1924–28). Participa de la Primeira Exposição de Arte Moderno del SPAM (1933) y del proyecto Spamolândia (1934). Tres pinturas suyas y siete grabados participan de la muestra Entartete Kunst Ausstellungsführer [Muestra directriz de arte degenerado] que organizan los nazis (1937) para desprestigiar el arte moderno. En la década de los cuarenta viaja, hace escenografías e ilustra libros y revistas; su obra cumbre Navio de emigrantes (1939–41) merece el elogio de George Grosz.
En relación al proyecto de Spamolândia promovido por la Sociedade Pró-Arte Moderna de São Paulo (1934), véase [doc. no. 771325]. Sobre la fundación SPAM, con el estatuto presentado por el escritor Mário de Andrade, véase [doc. no 783393].