Se trata del artículo de mayor agudeza y perspicacia entre los que simplemente registran o analizan las exposiciones de Lasar Segall, aparecidas en el periódico O Estado de S. Paulo en 1913, partiendo de la consideración de ser las primeras manifestaciones de arte moderno en el Brasil. El autor, poeta, periodista y crítico de arte Abílio Álvaro Miller (1872–1928) reúne breves comentarios sobre la pintura de tipos humanos que sufren bajo el sello indeleble y deformador de elementos expresionistas, los cuales empezaban a descollar en la obra de Segall. Miller escribe que “a través de la máscara facial, o de un gesto corporal, se ilustra un gesto doloroso, indiferente o alegre, pertinente con su interioridad”. Además, se capta el más politizado humanismo que subyace en el movimiento expresionista de la ciudad de Dresde, por vía del grupo Die Brücke [El puente, 1905?13] y del cual participaron, entre otros, Ernst Kirchner (1880−1938) y Karl Schmidt-Rottluff (1884–1976). Con referencia al lenguaje rudo y panfletario del grupo mencionado, Segall se mantuvo más reflexivo e intimista. Esto se deja ver en el texto de Miller, cuando observa en la obra del pintor “una gran dosis de sentimentalismo extraño de los esclavos, [proveniente] de ese fondo místico del alma rusa”.
Lasar Segall (1891?1957) fue un artista nacido en la comunidad judaica de Vilna (Lituania). Ingresó a la Escuela de Artes Aplicadas de Berlín, llegando a frecuentar, a principios de siglo, la Academia de Bellas Artes. Viaja a Brasil en 1912, donde ya residían sus hermanos, y el Centro de Ciências e Artes de Campinas (SP) adquiere una obra suya: Cabeça de menina russa (1908). Vuelve a Europa durante los años de la Primera Guerra Mundial. Funda con pintores alemanes (como Otto Dix) el Dresdner Sezession – Gruppe 1919. A partir de una Exposición de Arte Ruso en Hannover (1921) establece vínculos con Kandinsky. En 1923 vuelve al Brasil. Decora con pintura mural el Pavilhão de Arte Moderna, lugar de reunión de intelectuales y de artistas y casa de la gran promotora de la Semana de Arte Moderna de 1922, la Sra. Olivia Guedes Penteado. La obra merece la reseña de Mário de Andrade, quien identifica su “fase brasileña” (1924–28). Participa de la Primeira Exposição de Arte Moderno del SPAM (1933) y del proyecto Spamolândia (1934). Tres pinturas suyas y siete grabados participan de la muestra Entartete Kunst Ausstellungsführer [Muestra directriz de arte degenerado] que organizan los nazis (1937) para desprestigiar el arte moderno. En la década de los cuarenta viaja, hace escenografías e ilustra libros y revistas; su obra cumbre, Navio de emigrantes (1939?41), merece el elogio de George Grosz.
El reconocido crítico, poeta, musicólogo y agente cultural Mário de Andrade (1893–1945) siguió de cerca la trayectoria de Segall en Brasil, escribiendo algunos artículos que trazan, en palabras suyas, una “biografía plástica” del pintor durante su residencia en el Brasil. Para más información, véase [doc. no. 1111411 y doc. no. 783393].