“Addenda” es el breve texto que cierra la parte teórica de Del espacio de acá (1980), publicación del poeta y teórico Ronald Kay (1941-2017). Realizado en conjunto con Eugenio Dittborn (n. 1943), el libro se caracterizó por una innegable experimentalidad; es dada por el cruce entre la visualidad y una escritura que combinó prosa poética con filosofía, historia y crítica. Entre ambos autores hubo una relación simbiótica que marcó el trabajo. Según señala la publicación misma, el libro está compuesto por textos que respondieron a distintos fines —escritos entre 1972 y 1979— siendo esa la cuestión que lo define como heterogéneo y fragmentario. Se organizó en torno a tres ejes: “I. Materiales de construcción”, donde se encuentran imágenes provenientes de diversas revistas y archivos que Dittborn utilizaba en sus obras; “II. Teoría” contiene los textos de Kay; y finalmente aparece “III. Pintura y gráfica de Eugenio Dittborn” seguido de “Caja de herramientas” (doc. no. 732125), texto escrito por el propio artista. Cinco de los ensayos de Kay fueron escritos para el catálogo de la exposición que Dittborn tendría en el CAyC (Centro de Arte y Comunicación) en el centro de Buenos Aires, 1979, la cual no se realizó por motivos de cuño político. [Para acceder a dichos textos, consultar en el Archivo Digital ICAA: “N.N.: aUTOPsIA (rudimentos teóricos para una visualidad marginal)” (doc. no.751255)].
Del espacio de acá se centra principalmente en cómo la fotografía (imagen técnica) construye una visualidad en América Latina (el espacio de acá), en comparación con lo que sucede en Europa (el espacio de allá) donde originalmente surgió la fotografía. Una de las tesis más importantes que sostiene Kay es que —mientras en Europa este avance tecnológico se produce en respuesta al grado de desarrollo propio de su tiempo— en América es introducida, irrumpe por así decir, en un fenómeno de discontinuidad temporal entre la cámara y el sujeto por ella capturado. Lo anterior opera como un signo y genera un abismo temporal descrito minuciosamente en “Addenda”. La obra de Dittborn de este período (1979-80) utilizaba la serigrafía como mecanismo reproductor de imágenes fotográficas (principalmente retratos), dándoles una particular materialidad a través del punto de la trama serigráfica. Las imágenes, obtenidas en general de revistas y archivos, eran cruzadas con textos caligráficos y de imprenta, además de manchas. Las aeropostales (creadas en 1984), sus obras más reconocidas, mantienen varias de estas características, a las cuales se suman: la capacidad de viajar, los sobres y las cuadrículas como elementos constituyentes. [Para una más amplia información sobre tales propuestas, consúltese: “Correcaminos” (doc. no. 735214) del propio Dittborn; “Una política” (doc. no. 735205) de Gonzalo Muñoz; “Por miradas” (doc. no. 735231) de Gonzalo Millán y “Eugenio Dittborn: Doblemente geográfico. A propósito de la pintura postal” (doc. no. 734740) escrito por Nelly Richard].