En este número de Revista de avance del 15 de septiembre de 1927, la sección Directrices cuenta con tres notas. En la primera se da a conocer la decisión de las autoridades judiciales ante las acusaciones de conspiración política en las que habían estado implicados los editores de Revista de avance Martí Casanovas y José Z. Tallet. Aunque habían sido declarados libres de culpabilidad en su presunta participación en “la causa comunista”, los extranjeros implicados en el caso fueron expulsados del país. Por este motivo, se anuncia que el periodista y crítico de arte catalán Martí Casanovas debía abandonar la revista y que el periodista y escritor cubano Félix Lizaso ocuparía su lugar.

La siguiente nota se emite a raíz de la publicación de un artículo titulado “Madrid, meridiano intelectual de Hispanoamérica” en la revista madrileña La Gaceta Literaria. Los editores de avance expresan su descontento con las opiniones expresadas allí. La nota advierte de que, al declarar Madrid como un “meridiano” o centro intelectual del mundo hispanohablante, se reproduce una actitud paternalista y colonialista que para entonces se consideraba superada y abolida. El artículo emitido por un grupo de intelectuales españoles ponía en cuestión la tendencia entre los intelectuales hispanoamericanos de mirar a París en vez de a Madrid como el eje intelectual del mundo hispanoparlante. En la nota original que aparece en La Gaceta Literaria el 15 de abril de 1927, el autor pregunta: “¿Qué vale más, qué prefieren los jóvenes espíritus de Hispanoamérica? ¿Ser absorbidos bajo el hechizo de una fácil captación francesa, que llega hasta anular y neutralizar sus mejores virtudes nativas, dejándoles al margen de la auténtica vida nacional, o sentirse identificados con la atmósfera vital de España, que no rebaja y anula su personalidad, sino qué más bien la exalta y potencia en sus mejores expresiones?”. Los editores de avance rechazan la idea misma de que deba existir un punto cardinal o de referencia para los intelectuales hispanoamericanos por motivos históricos o lingüísticos. Para ellos, la labor del intelectual estaba más relacionada con sensibilidades e ideas. Así, concluyen que “los meridianos, aun cuando sean intelectuales, no pueden imponer: caen por afinidad intelectual”.  

La última nota intenta esclarecer el comentario que habían ofrecido los editores de Revista de avance en el número anterior acerca de la conferencia ofrecida por Blas Cabrera como parte de las labores educativas de la Institución Hispano-Cubana de Cultura. Para los que interpretaban aquel texto como “una censura a las especialidades técnicas”, era importante aclarar que la crítica no iba dirigida al conferencista, sino que manifestaba una preocupación ante el hecho de que la IHC  “desarrollara sus faenas en un plano de elevación científica poco menos que inaccesible a las mayorías a quienes se destina”. Aquellos saberes especializados, aseguran los editores de avance, correspondían en la Universidad.

Revista de Avance contaba con una sección titulada Directrices, la cual comprendía cortas notas informativas o de reflexión que abarcaban asuntos relacionados con la revista o eventos que acontecían en el contexto de su publicación. En dicha sección se daban a conocer cambios, aclaraciones y comentarios sobre artículos previos o algún tema de interés en forma de breves notas. En este número es de particular importancia la nota que se emite en relación con la expulsión del crítico de arte catalán, y editor de avance, Martí Casanovas, quien sería reemplazado por Félix Lizaso (1891–1967). Lizaso fue un notable periodista cubano, miembro del Grupo Minorista. Se dedicó a estudiar la vida y la obra de José Martí, especialmente su faceta como crítico de arte. Colaboró y ayudó a fundar un gran número de revistas tanto en Cuba como en otros países de América Latina. De relevancia también es el artículo publicado en la revista madrileña La Gaceta Literaria titulado “Madrid, meridiano intelectual de Hispanoamérica”. Aquello desató una fuerte polémica entre escritores y artistas de América Latina ya que tocaba un punto vulnerable: el de la independencia cultural e intelectual de los países latinoamericanos. El texto de José Carlos González Boixo, titulado “‘El Meridiano Intelectual de Hispanoamérica’: polémica suscitada en 1927 por ‘La Gaceta Literaria’”, ofrece un profundo análisis del tema. El artículo escrito por el equipo editorial de la revista española ponía en cuestión el interés que mostraban los intelectuales latinoamericanos por la cultura italiana y francesa mientras intentaba prevenir a los mismos del carácter hegemónico de Francia e Italia, y el desarraigo que implicaba el contacto con dichos centros intelectuales y artísticos. Por el contrario, proponía la nota, la relación con Madrid permitiría la revalorización y la preservación de la lengua y la cultura hispánica. En su respuesta, los editores de avance advierten de que aquellos comentarios son de un carácter muy paternalista, hecho que evidencia la disyuntiva en la que se encontraban los intelectuales latinoamericanos. Por un lado, deseaban librarse del dominio cultural e intelectual de España, país que consideraban tradicionalista y mediocre. Por el otro, y como resultado de un pensamiento nacionalista e independentista, tenían afán por diferenciarse de las tendencias artísticas y literarias que dominaban la época.

[Para más información, consúltense en el archivo digital ICAA otras “Directrices” publicadas en las siguientes fechas: Marzo 30, 1927 (doc. no. 1298727); Abril 15, 1927 (doc. no. 1298763); Abril 30, 1927 (doc. no. 1299725); Mayo 15, 1927 (doc. no. 1299773); Mayo 30, 1927 (doc. no. 1299841); Agosto 15, 1927 (doc. no. 1299913); Agosto 30, 1927 (doc. no. 1299981); y Septiembre 30, 1927 (doc. no. 1300074)].