En el artículo “Hacia el arte revolucionario”, F. R. P. (Francisco R. Pintos, 1889–1968) expone su postura contraria a la tolerancia con que JOS (Juvenal Ortiz Saralegui, 1907–59) había planteado el asunto del “arte purismo” entre los pintores nacionales, sugiriéndolo como posible etapa de transición hacia un arte revolucionario. El autor niega la existencia de un “arte neutralizado” y expone las cuestiones a plantear por un artista revolucionario: “Para un luchador que quiere darse por entero a la causa del proletariado no puede existir así, en absoluto, lo bueno o lo malo, lo moral o lo inmoral, lo justo o lo injusto”. En su opinión, “solo debe ser bueno, moral y justo lo que sirve a los intereses de los oprimidos: lo demás debe ser rechazado porque favorece la causa del enemigo de clase.” Ambos artículos expresan la complicada situación a la que los artistas del Uruguay se enfrentaban en esa instancia dada la brusca politización del campo intelectual; incluso aquellas contradicciones a las que daba lugar, oscilando entre el punto de vista estético-doctrinario y el político-ideológico. En esta respuesta a Ortiz Saralegui, FRP no atiende al sentido táctico de la propuesta del primero, al contrario, la combate desde el punto de vista ideológico con una postura ortodoxa radical.
[Como lectura complementaria, véanse en el archivo digital ICAA los siguientes textos escritos por Juvenal Ortiz Saralegui: “Consideraciones sobre la expresión heroica” (doc. no. 1225615); “Fuera del Salón Oficial” (doc. no. 1221528); “Hacia el arte revolucionario” (doc. no. 1198856); “Hacia el arte revolucionario III” (doc. no. 1198748); y “Los jurados de los salarios artísticos de 1935 atentó contra la cultura” (doc. no. 1225596)].