El poeta y crítico literario Juvenal Ortiz Saralegui (1901–82) fue un activo militante antifascista y defensor de la Segunda República Española (1931-39). En 1933, junto al poeta Vicente Basso Maglio (1899–1961), fue fundador de la AER (Asociación de Escritores Revolucionarios), afiliada a la CTIU (Confederación de Trabajadores Intelectuales del Uruguay). Tres años más tarde, integró la Comisión de Actos de AIAPE (Agrupación de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores), colaborando en la revista del grupo. En 1936, se creó la Comisión Nacional de Bellas Artes, organismo compuesto por profesionales, políticos e intelectuales quienes, en su mayoría, coincidían generacionalmente y procedían de antiguas familias vinculadas con la aristocracia nacional, terratenientes y directivos de bancos. El proteccionismo estatal a la actividad artística definió su preferencia por un “arte moderado”, marcado por rasgos naturalistas de preceptiva convencional, los cuales fueron patrocinados y mantenidos en los primeros Salones Nacionales. En 1938, con motivo de realizarse el 2º Salón Nacional, diversos artistas presentaron obra, aun cuando existía malestar por el nombramiento de jurados sin participación de los artistas en su elección. En ese momento, había extrema tensión entre aquellos partidarios y cultores de un “realismo social” (vinculado a la ideología política de las izquierdas) y los partidarios de una pintura más o menos convencional, distanciada de problemáticas sociales. La pintora María Rosa de Ferrari (1908–82), alumna de Domingo Bazurro (1886–1962) en el Círculo de Bellas Artes, presentó al 2º Salón Nacional un óleo; el título Los desastres de la guerra hacía alusión al conflicto español y a la inminencia de una guerra mundial. El cuadro fue rechazado por el jurado del Salón, dando origen a una polémica de la que se hace cargo Ortiz Saralegui en el presente artículo; en él, el autor insiste en la importancia de que el arte sea expresión de preocupaciones sociales ante la gravedad de la situación en que se encontraba el mundo.