En 1991, el Museo de Bellas Artes de Caracas organizó —de manera conjunta con el Museo de Arte Moderno Jesús Soto (Ciudad Bolívar)— la exposición Alejandro Otero. Las estructuras de la realidad; homenaje póstumo al pintor y escultor Alejandro Otero (1921–90), fallecido el año anterior. El catálogo reunió varios textos, entre los cuales se encuentra el que dedica Mariana Figarella (1959–96), la investigadora, crítico y curadora venezolana, a las serie Las cafeteras, uno de los conjuntos fundacionales de la abstracción en su país. Figarella, casi cuarenta años después de la primera exposición de Las cafeteras, retorna a la primera etapa de Otero en París (finales de los cuarenta) para analizarla desde una perspectiva crucial para los intereses del artista: “estructuras de la realidad” y cómo éstas se relacionan entre sí, dando lugar a las distintas percepciones, los objetos y el espacio. La noción de “realidad”, aquí, constituye, de por sí, una de las grandes preocupaciones del arte moderno: cambiar la realidad, modificar la realidad y, paralelamente, cuestionar la representación de esa realidad. La serie Las cafeteras aporta, de acuerdo con lo expuesto por Figarella, una mirada hacia la condición estructural del mundo y los objetos yendo, más allá, hacia su progresiva desintegración. El texto ofrece planteamientos de interés; entre ellos, el desencuentro experimentado por el proyecto de Otero en el conservador escenario artístico venezolano, y la consideración de esta serie como un manifiesto inicial de una investigación sostenida y coherente en los años posteriores.
Para otros textos críticos sobre la obra en general del autor, consúltese el archivo digital ICAA: de J. R. Guillent Pérez, otro de Los Disidentes, “Realidad e irrealidad: el postigo de Alejandro Otero” (doc. no. 1172158); de Guillermo Meneses “La exposición de Alejandro Otero Rodríguez” (doc. no. 1097092); de Roberto Guevara “La vertical vibrante de Maracay, 1968” (doc. no. 1168201); “La nueva plástica venezolana” del periodista Héctor Mujica (doc. no. 850512) y el ensayo de la escritora Elizabeth Schon “Los coloritmos de Alejandro Otero” (doc. no. 1172142)].