El periodista Antonio Muiño (alias “El Diablo Cojuelo”) entrevista a Omar Carreño con la finalidad de dar a conocer el Expansionsismo, movimiento estético que éste propone desde París. Recorre la trayectoria de Carreño, desde su período formativo y su participación en el Taller Libre de Arte, hasta su viaje de estudios a la capital francesa y adhesión, ahí, al movimiento de la abstracción-geométrica. El texto anuncia la publicación de un “pre-manifiesto” expansionista en Francia y recoge las ideas del artista al respecto, planteamiento que presupone un cambio en los medios de expresión y una transformación de la experiencia de la obra, superando presupuestos de la abstracción “convencional”.

En 1953, el pintor y escultor venezolano Omar Carreño (n. 1927) publicó un artículo titulado “Idées de l’artiste” en la revista parisina Cimaise (n° 4−5). En ella se encontraban ya las ideas germinales del movimiento expansionista, presente en toda su trayectoria plástica y en torno al cual Carreño trabajaba desde 1951. Desde Caracas, el periodista Antonio Muiño (El Diablo Cojuelo) anunciaba la creación de un nuevo “ismo”, con lo cual caracterizaba la novedad de la propuesta y su carácter de ruptura asociado a la experimentación de innovadores elementos y la incorporación del manifiesto como instrumento propagador de ideas. Muiño considera a este documento un “pre-manifiesto”, indicio de la intencionalidad de Carreño con respecto a sus planteos. El manifiesto expansionista no sería publicado en Caracas sino hasta 1967, seguido de un segundo texto difundido el mismo año, y de un tercero, publicado en Venecia en 1968. En ese sentido, el artículo señala que las ideas de Carreño sobre la obra transformable se remontan a 1953 (e incluso antes); de tal modo que su conversación con Carreño aporta un cuestionamiento a las formas de arte abstracto existentes entonces: las representadas por Jean Dewasne. Las declaraciones de Carreño denotan su voluntad transformadora respecto a las ideas artísticas de su tiempo y que alcanzarían no sólo los elementos de expresión visual, sino técnicas y materiales. El componente espiritual descrito por el artista destaca una reelaboración de las nociones tanto de “funcionamiento” como de “percepción” de la obra, ambas tramadas por una experiencia que es activa y no contemplativa.

[Respecto a otros textos sobre la obra del artista, véase en el archivo digital ICAA: las entrevistas “Omar Carreño: Premio a la constancia, al genio y a la rectitud del proceder creador”, de Alfredo Schael  (doc. no. 1157337);  “Si todos los barcos del mundo” de Carlos Silva (doc. no. 1157369); “Omar Carreño figurativo” de Mara Comerlati (doc. no. 1157353); amén de los escritos de Carlos Maldonado Bourgoin “Vuelta sobre los pasos” (doc. no. 1157385) y de Juan Calzadilla “El nereida: óleos recientes” (doc. no. 1157417)].