Esta entrevista —realizada por la curadora y crítica de arte Ruth Auerbach— a Mercedes Pardo (1921–2005) interesa por abarcar la extensa trayectoria de la artista, y porque contiene la opinión de Pardo sobre aspectos importantes de su obra que han sido estudiados en profundidad por Auerbach. Es esclarecedora la afirmación de Pardo de que sabe perfectamente que posee un “don” especial para el manejo del color, así como el hallazgo de nuevas armonías. Son igualmente interesantes sus aclaraciones que la vinculan con Los Disidentes cuando vivía en París en 1950, por el hecho de ser esposa de Alejandro Otero, líder del grupo. Pardo afirma que no perteneció a Los Disidentes: “yo estaba un poco aparte del grupo —dice— porque yo quería hacer las cosas de una forma un poco más metódica. Los Disidentes, en cambio, estaban todos pintando libremente y descubriendo el mundo por sí mismos”.
Brinda otro testimonio valioso este documento al ofrecer un panorama sobre la presencia de la mujer en el arte venezolano a partir de los años cincuenta. La entrevistadora, Ruth Auerbach, al referirse a esa década, así como a los diversos planteamientos abstractos y geométricos, comenta: “mujeres como Gego, Mary Brandt, Elsa Gramcko y tú personifican las figuras distintivas que, por vías individuales y desde la indagación en solitario, desafiaron con persistencia y sensibilidad crítica los fundamentos que inauguran la modernidad en nuestro país”. Pardo entonces se extiende en lo que significaba —y significa— el hecho de ser mujer-artista en un país como Venezuela, “donde generalmente nosotros no creemos en nosotros mismos, a menos que tú trabajes por el gusto o la demanda del exterior”. Se afirma que ha realizado una obra muy sostenida, pero que ha sido prácticamente una producción clandestina (para no decir marginal), “porque, como mujer y ser humano”, dice, “he trabajado todo el tiempo y robándole el espacio a todas las otras responsabilidades”.
Asimismo, es de interés la opinión positiva de la artista sobre la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, y el reconocimiento que hace —con lo cual se suma a la opinión de Otero y demás artistas de su generación— al gran talento e inteligencia del pintor Antonio Edmundo Monsanto como artista, ser humano y docente.
Respecto a la obra de Mercedes Pardo, consulte el texto de Roberto Guevara “Color y módulos en Mercedes Pardo” [doc. no. 1155991]; lo escrito por Alejandro Otero en “Mercedes Pardo: color de la serigrafía” [doc. no. 1143176]; el artículo de Bélgica Rodríguez “Mercedes Pardo: 1951–2000” [doc. no. 1143027]; y la entrevista de Margarita D’Amico “Mercedes Pardo: 1 x 9” [doc. no. 1155959].