El interés que despierta la obra de José Sabogal (1888–1956) queda de manifiesto en este comentario, donde el pensador peruano José Carlos Mariátegui (1895–1930) toma decisivamente partido por la propuesta de su pintura, reinvindicándolo en términos que se hicieron canónicos, más allá de la cultura izquierdista en el Perú. Este documento adquiere así una gran relevancia histórica, por el hecho de que, en él, se reproduce y se enriquece otro artículo publicado un año antes por el mismo autor en el número 6 de Amauta, revista clave para expresiones conjuntas de la vanguardia artística y política de la época. Fue Sabogal, por cierto, quien aportó el nombre y colaboraciones múltiples a esa publicación fundada y dirigida por el propio Mariátegui.
El indigenismo pictórico tuvo auge en el Perú entre las décadas de 1920 y 1940. Se inserta en un movimiento más amplio dentro de la sociedad peruana: la redefinición de la identidad nacional en función de componentes autóctonos. Si bien en determinados momentos estuvo abocado a la revaloración de “lo indígena” y de un pasado incaico, considerado glorioso, también asumió la defensa de una identidad mestiza como integración de “lo nativo” y “lo hispánico”. El principal ideólogo y líder indiscutido del indigenismo en las artes plásticas fue José Sabogal, para cuyo profundo sentido de “lo raigal” influyeron decisivamente las tendencias regionalistas en el arte de España (Ignacio Zuloaga [1870–1945], entre otros) y en la Argentina (Jorge Bermúdez [1883–1926], por mencional uno); países en lo que Sabogal pasó largos años formativos. Al volver al Perú, a finales de 1918, se instaló en el Cusco, donde pintó cerca de cuarenta óleos sobre personajes y vistas de esta ciudad, luego exhibidos en Lima (1919). Tal exposición se considera como el inicio formal del indigenismo pictórico en el Perú. Su segunda muestra individual limeña fue en las salas del Casino Español (1921), y con ella consolidó su prestigio. En 1920, Sabogal se integró a la plana docente de la nueva Escuela Nacional de Bellas Artes hasta asumir su dirección (1932–43). Allí formó a un grupo de pintores que se adhieren al movimiento indigenista como Julia Codesido, Alicia Bustamante (1905–68), Teresa Carvallo (1895–1988), Enrique Camino Brent (1909–60) y Camilo Blas (1903–85).
[Hay un gran número de textos sobre el artista en el archivo digital ICAA, de los cuales destacamos los siguientes del propio Sabogal: “Arquitectura peruana: la casona arequipeña (doc. no. 1173340); “La cúpula en América” (doc. no. 1125912); “Mariano Flórez, artista burilador de ‘mates’ peruanos, murió en Huancayo: José Sabogal su admirador y amigo, le rinde homenaje” (doc. no. 1136695); “Los mates burilados y las estampas del pintor criollo Pancho Fierro” (doc. no. 1173400); “Los ‘mates' y el yaraví’ (doc. no. 1126008); “La pintura mexicana moderna” (doc. no. 1051636); y “Sala de arte popular peruano en el Museo de la Cultura: selecciones de arte” (doc. no. 1173418)].