El indigenismo pictórico tuvo su auge en el Perú entre las décadas de 1920 y 1930, y se inserta en un movimiento cultural e ideológico más amplio, centrado en la redefinición de la identidad peruana en función de componentes autóctonos. Si bien en determinados momentos estuvo principalmente abocado a la revaloración de lo indígena, también asumió la defensa de la diversidad étnica del país. Su principal ideólogo y líder indiscutido fue José Sabogal, en cuya propuesta influyeron los pintores regionalistas de España y Argentina, países donde el pintor pasó sus años formativos. Al volver al Perú, a fines de 1918, Sabogal se instaló por varios meses en el Cusco, donde realizó cerca de cuarenta óleos referidos a tipos y paisajes de esa región, exhibidos en Lima en julio de 1919. Aquella muestra se considera el inicio del indigenismo pictórico en el Perú, pues algunas iniciativas anteriores no tendrían un impacto comparable. En 1940 realizó una exposición de veinticinco obras (óleos, acuarelas, dibujos a tinta y un fresco) en un salón del Country Club de Lima. La mayoría de ellas correspondía a los años 1938 a 1940 e incluyó por primera vez un conjunto de temática arequipeña. De hecho, un aspecto que venía siendo desarrollado con especial interés por Sabogal era el estudio y revaloración de las artes tradicionales. Sabogal dedicará particular atención al concepto de mestizaje como elemento que define el arte nacional, presente tanto en la plástica popular como en la arquitectura virreinal y en la obra de Pancho Fierro, acuarelista del siglo XIX. En torno a este tema publicó textos como “La cúpula en América” (1939), “Arquitectura peruana. La casona arequipeña” (1940), “Los mates burilados y las estampas del pintor criollo Pancho Fierro” (1943), “Pintura mural y Arequipa arquitectónica” (1944) -reproducidos para el presente proyecto-, entre otros. Toda aquella labor fue realizada en un momento en que se había consolidado una corriente de oposición al indigenismo y al liderazgo que Sabogal venía ejerciendo en el medio artístico local, en especial a través de la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA). A su salida de aquel centro de formación artística, Sabogal lideró el Instituto de Arte Peruano del Museo de la Cultura Peruana (Lima), planteando como puntos esenciales de trabajo el registro de la arquitectura virreinal y la recolección y estudio de objetos de arte popular para la formación de un Museo de Artesanía y Artes Populares (Sabogal, José. Instituto de Arte Peruano. Informe sobre sus actividades. Lima, ca. 1950. Archivo IAP, MNCP).