Artículo de S. P. B. (Samuel Pérez Barreto) que integra “El Perú y la cultura”, serie aparecida en el diario La Prensa de Lima en el año de 1950. Según el autor, el retorno a la esencia de lo prehispánico constituiría la única forma de crear una cultura “auténticamente” peruana y contemporánea a la vez, ya que hay una continuidad que permite hablar de una misma esencia del pueblo inalterable a través del tiempo. Sin embargo, considera equivocada la mera imitación de formas o costumbres desaparecidas, constituyendo la cultura una interpretación del mundo de acuerdo a específicos modos temporales de pensamiento y conducta. No obstante, Pérez Barreto afirma ser necesario el volver a religar, como en los tiempos precolombinos, al hombre y al “alma una y absoluta del universo” a través de “la tierra y el tiempo”. En su opinión, sólo el estudio profundo de las culturas prehispánicas — y no la copia de sus manifestaciones externas— permitiría desentrañar dicho nexo.

Samuel Pérez Barreto, alias S. P. B. (1921–2003) fue una de las figuras más destacadas de la crítica de arte peruana de finales de la década de los cuarenta. Como muchos intelectuales de su generación, este periodista cultural limeño se adhirió al manifiesto de la Agrupación Espacio (1947), documento fundacional del modernismo arquitectónico y artístico en su país [véase en el archivo digital ICAA “Expresión de principios de la Agrupación Espacio” (doc. no. 1126309)]. Poco después se encargaría de la edición de los cinco primeros números de la revista Espacio (1949–50), el órgano de la agrupación, al tiempo que ejercía la crítica de arte desde la revista Semanario Peruano. Pérez Barreto defendió la posibilidad de conciliar la experimentación formal con el sentido de pertenencia a una continuidad histórica. De hecho, afirmó que la creación de un arte moderno y a la vez nacional sólo era posible si se indagaba en las raíces telúricas del país, tal y como lo hicieron los artistas precolombinos. Su punto de vista prefiguraba, con notable anticipación, el giro asumido por la pintura no figurativa peruana durante la década de los sesenta. Paradójicamente, esta posición sería atacada por sus antiguos compañeros de Espacio en la primera gran polémica sobre la abstracción, desatada en mayo de 1951 por las declaraciones del pintor Fernando de Szyszlo (n. 1925) [véase, al respecto, “Dice Fernando Syszlo que no hay pintores en el Perú ni América: el joven pintor peruano declara sentir su pintura y la de los demás pero no puede explicarla” (doc. no. 1137793). Escritos por la Agrupación Espacio, consúltense los textos: “Polémica” (doc. no. 1137823); “Prescindir o no prescindir” (doc. no. 1138933); y “Polémica: ¿hay pintores en el Perú?” (doc. no. 1139402). Además, véanse del propio autor: “Polémica: ‘polémica Espacio’” (doc. no. 1137916); y “Pintura: la guerra de los pintores: plumas por pinceles” (doc. no. 1137839)].