En este artículo introductorio, un conjunto de siete imágenes —desde Leonardo da Vinci, a través de Rubens, Van Gogh, Cezanne, hasta Picasso, Max Ernst y Piet Mondrian— intentan ilustrar sucintamente la transición de “lo clásico” a “la moderno”.
En Lima, entre el 29 de mayo y el 3 de julio de 1955, se publicó en la sección “Cátedra Libre” del suplemento dominical de El Comercio una encuesta en torno a la validez estética del arte “moderno” en confrontación con el arte “clásico”. [Véase en el archivo digital ICAA, los artículos publicados en dicho diario: y escritos por Cantuarias: “¿Qué prefiere Ud., pintura clásica o pintura moderna?” (1137399); “¿Es la pintura moderna respecto de la clásica, culminación o retroceso?” (1137431); “¿Por qué se ha transformado la pintura?” (1137463) y (1137512); y “Pintura clásica y pintura moderna ¿ritmo acelerado o retorno a lo clásico?” (1137531)]. El tema mantenía actualidad polémica tras un año de debates casi continuos en torno al arte abstracto. A la encuesta respondieron numerosos intelectuales y artistas peruanos, muchos de ellos cumplieron rol protagónico en las discusiones sobre la no-figuración de aquel momento; entre ellos, el arquitecto Luis Miró Quesada Garland (1914–94), el pintor abstracto Fernando de Szyszlo (n. 1925), el poeta Alejandro Romualdo Valle (1926–2008) o el pintor social-realista Alfredo Ruiz Rosas (1926–2002). Según lo señalado por Francisco Miró Quesada Cantuarias (n. 1918) —comentarista de la sección y editor del suplemento— las respuestas reflejaban no sólo la comprensión de la diferencia —así como la paridad entre el arte “moderno” y el “clásico”—, sino además la polarización del medio local radicalmente dividido entre defensores y críticos de la pintura abstracta.
Pese al tono objetivo de los comentarios de Cantuarias, él mismo asumió una postura al identificar “figuración” con “significación”. [Ver “Cátedra libre: en el Perú se reconoce el valor de la pintura moderna. Dos direcciones de importancia: pintura moderna y pintura significativa” (1137563)]. Ello generó la inmediata respuesta del principal ideólogo del modernismo artístico en el país, Luis Miró Quesada Garland, quien reivindicó a la abstracción como “arte significativo” y trascendente en sus propios términos. No obstante, llevado a un campo teórico, el debate trajo a la luz la ambigüedad de muchas categorías básicas en la discusión, tales como la idea misma en torno a “lo abstracto” [consultar los cinco artículos de Garland “En blanca y negra” (1137595), (1137612), (1137661); (1137678); (1137712); y dos más, tanto “En blanco y negra” (1137761) como “Sobre el significado del arte” (1137695). Además, se encuentran disponibles los textos de Cantuarias: “Sobre la influencia social en el arte” (1137629) y dos más bajo el mismo título: “Sobre el significado del arte” (1226970) y (1137729)].