La columna semanal del teórico y arquitecto modernista Luis Miró Quesada Garland responde a los comentarios de Francisco Miró Quesada Cantuarias (El Comercio, Lima, 24 de julio 1955) como parte de la discusión generada por sus conclusiones en torno a la encuesta sobre pintura “clásica” y pintura “moderna”, publicada en la sección “Cátedra Libre” del mismo diario. Lo significativo, aquí, es que el comentario a la exposición a beneficio del IAC (Instituto de Arte Contemporáneo) mencionado por el autor, parte del escritor Sebastián Salazar Bondy (1924–65), hasta entonces, uno de más feroces detractores del arte abstracto en el Perú. Ambos críticos propiciaron debates, de manera regular, a lo largo de la década de los cincuenta.
En Lima, entre el 29 de mayo y el 3 de julio de 1955, se publicó en la sección “Cátedra Libre” del suplemento dominical de El Comercio una encuesta en torno a la validez estética del arte “moderno” en confrontación con el arte “clásico” [véase en el archivo digital ICAA, los artículos publicados en dicho diario: y escritos por Cantuarias: “¿Es la pintura moderna respecto de la clásica, culminación o retroceso?” (doc. no. 1137431); “¿Por qué se ha transformado la pintura? (doc. no. 1137463) y (doc. no. 1137512); además de “Pintura clásica y pintura moderna ¿ritmo acelerado o retorno a lo clásico? (doc. no. 1137531)]. El tema continuaba generando controversia tras un año de debates casi continuos en torno al arte abstracto. A la encuesta respondieron numerosos intelectuales y artistas peruanos, muchos de ellos cumplieron rol protagónico en las discusiones sobre la no-figuración de aquel momento; entre ellos, el arquitecto Luis Miró Quesada Garland (1914–94), el pintor abstracto Fernando de Szyszlo (n. 1925), el poeta Alejandro Romualdo Valle (1926–2008) o el pintor social-realista Alfredo Ruiz Rosas (1926–2002). Según lo señalado por Francisco Miró Quesada Cantuarias (n. 1918) —comentarista de la sección y editor del suplemento— las respuestas reflejaban no sólo la comprensión de la diferencia —así como la paridad entre el arte “moderno” y el “clásico”—, sino además la polarización del medio local radicalmente dividido entre defensores y críticos de la pintura abstracta.
Pese al tono objetivo de los comentarios de Cantuarias, él mismo asumió una postura al identificar “figuración” con “significación” [ver “Cátedra libre: en el Perú se reconoce el valor de la pintura moderna. Dos direcciones de importancia: pintura moderna y pintura significativa (doc. no. 1137563)]. Ello generó la inmediata respuesta del principal ideólogo del modernismo artístico en el país, Luis Miró Quesada Garland, quien reivindicó a la abstracción como “arte significativo” y trascendente en sus propios términos. No obstante, llevado a un campo teórico, el debate trajo a la luz la ambigüedad de muchas categorías básicas en la discusión, tales como la idea misma en torno a “lo abstracto” [consultar los cinco artículos de Garland “En blanca y negra” (doc. no. 1137595), (doc. no. 1137612), (doc. no. 1137678); (doc. no. 1137712); y dos más, tanto “En blanco y negra” (doc. no. 1137761) como “Sobre el significado del arte” (doc. no. 1137695). Además, se encuentran disponibles los textos de Cantuarias: “Sobre la influencia social en el arte” (doc. no. 1137629) y dos más bajo el mismo título: “Sobre el significado del arte” (doc. no. 1226970) y (doc. no. 1137729)].