“Sara Modiano: Orden y Geometría” fue escrito por el historiador colombiano José Agustín Blanco Barros, siendo publicado el 10 de mayo de 1979 en el diario El Heraldo (Barranquilla). El articulista lo preparó con motivo de la inauguración (el mismo día de la publicación del documento) de la muestra individual de Sara Modiano en la Galería Lincoln del Centro Colombo-Americano de la ciudad de Barranquilla. Modiano —artista plástica egresada de la Universidad del Atlántico y ex-alumna de matemáticas de la Universidad de los Andes— es presentada como escultora y pintora geométrica. El documento, desarrollado a manera de entrevista, revela (en palabras de la artista) cómo, gracias a la aceptación académica de la abstracción, ella se inició en el mundo de las artes plásticas desde su entrada a la universidad como estudiante de matemáticas. La artista se autocalifica como abstraccionista geométrica y señala que el fenómeno que establecía el “figurativismo”como parámetro para la comprensión del arte, en la época, se debía a la sobrevaloración social otorgada a la capacidad de “copiar fielmente la realidad”. A su juicio, esto era producto de la falta de conocimiento del público en general frente a los procesos conceptuales de la abstracción y/o el arte de idea; más aún, Modiano tilda la figuración como una técnica posible de ser aprendida.

“Sara Modiano: Orden y Geometría” (1979) es un documento de importancia para comprender cómo la obra de Sara Modiano (n. 1951) se inscribió en el contexto de las artes plásticas en Colombia a finales de los setenta mediante el discurso abstraccionista geométrico. En el texto, Modiano reconoce la influencia del abstraccionismo norteamericano de la década de los cincuenta en su obra, afirmando que la abierta y positiva aceptación de su propuesta geométrica en el medio académico de la época le permitió iniciarse como artista.   

El artículo registra la franca y firme opinión de Modiano frente a los sucesos en los años setenta, cuando se instauró el diálogo entre la nueva figuración y el abstraccionismo académico; así como la inserción del arte procesal (o de idea) en el circuito del arte colombiano. La artista señala el “figurativismo” como factor limitante de comprensión del arte en la sociedad de aquella época y asevera que los artistas —sin importar si eran figurativistas o fueran abtraccionistas— estaban siendo, gracias al contexto histórico, obligados a pensar más y, por tanto, debían ser apreciados. De esta forma, Modiano señala el ejemplo “figurativista” colombiano en Álvaro Barrios (n. 1945) como amigo y colega influyente. Hace referencia al “happening” y a las nuevas tendencias (nt) como procesos más complejos de elaboración artística y critica la falta de educación visual que establecía el “figurativismo”como condición sine qua non de calidad para la aceptación y divulgación de una obra en circuitos diferentes al especializado. 

Es importante resaltar el papel que Modiano adquirió como gestora cultural durante la década de los ochenta en Barranquilla con la apertura del espacio alternativo “Sara Modiano”, fundado por ella para divulgar el arte contemporáneo en esa ciudad y donde se tornó posible que artistas como Álvaro Herazo (1942–88) [véase doc. no. 1131063; doc. no. 1100220; y doc. no. 1100675] y Delfina Bernal (n. 1942) [doc. no. 1131111; y doc. no. 1131256] —ambos miembros del Grupo 44 de Barranquilla— presentaran sus primeros performances y happenings. Resulta interesante, también, conocer las anécdotas respecto al ingreso de Modiano en el mundo de la plástica, así como su incursión en la figuración; estas revelan el carácter matemático y racionalista de composición usado por la artista durante este período de su producción.   

Modiano actualmente (2010) vive y trabaja en Miami (Estados Unidos) y se desempeña como artista independiente, consolidando su propuesta tanto en performance como en escultura.