Este es el primer documento de carácter público donde Delfina Bernal (nac. 1942) habla de su trabajo como artista plástica. En él, Bernal se define como futura (1) “pintora profesional”, actitud que exterioriza la importancia de la técnica usada como elemento clave para la concepción del artista “moderno”; calificativo necesario para oficializarse en el circuito artístico de los años sesenta. A pesar de que el documento resulta ser bastante prematuro, ella consigue esbozar ciertas líneas de pensamiento, claras y manifestadas en dos ideales: la incredulidad en mitos y/o “creencias irrefutables” y la búsqueda de una identidad plástica autentica. Ambas características y el uso de la ironía serán constantes en sus trabajos posteriores, tales como Declaración de amor a Jeff Perrone (2) (1979), serie de nueve fotografías de la artista desnuda adjuntadas a una declaración de amor enviada al crítico americano Jeff Perrone (nac. 1953), donde Bernal despliega una crítica sarcástica contra las políticas de derechos de autor y el machismo existente en el mundo del arte de la década de los setenta [véase doc. no. 1131111]. (3)
El artículo diagrama un panorama general del estado del arte y la vida sociopolítica colombiana durante los sesenta. En la época, Bernal se opone a las ideas estéticas del muralismo mexicano, cuyos epígonos en Colombia estuvieron liderados por Pedro Nel Gomez (1899–1984) y Luis Alberto Acuña (1904–84), entre otros, quienes tuvieron incidencia en la conformación de una propuesta de tipo americanista entre las décadas de los treinta y cuarenta. De modo similar, la autora se alinea con el Nadaísmo, movimiento literario colombiano —al cual era próxima por su amistad con el escritor Álvaro Medina (nac. 1942) y por la lectura de textos del escritor Jota Mario Arbeláez (nac. 1940). En 1958 y a nivel sociopolítico la aprobación del sufragio femenino para las votaciones presidenciales, en virtud de los intereses creados por el General Gustavo Rojas Pinilla (1900–75) y de un grupo de mujeres sufragistas, torna imprescindible el hecho de que la artista escriba sobre el papel de la mujer en la política nacional. Recurre, por ello, a un tono feminista fuerte que afirma a la mujer como capacitada para cualquier tarea.
Delfina Bernal es artista colombiana egresada de la Universidad del Atlántico en Barranquilla. Durante los años setenta perteneció —junto con Álvaro Herazo, Eduardo Hernández, Fernando Cepeda y Víctor Sánchez— al Grupo 44, reunión de artistas promotores del arte conceptual y del performance en Colombia.