Manifiesto publicado con motivo de la I Exposição Neoconcreta realizada en Río de Janeiro (1959). Con la firma de los participantes de la muestra, el documento presenta la tendencia “neoconcreta” como una postura radical que se contrapone críticamente a los presupuestos teóricos (que circulaban entonces en Brasil) con un cariz tanto racionalista como de cuño científico. Con ellos se proyectaban las vanguardias geométrico-constructivas y, en especial, el llamado arte concreto. Se propone una reinterpretación del arte geométrico (no figurativo) y se destaca la importancia de autores como Piet Mondrian y Kazimir Malevich como referencias insoslayables del movimiento que se insurge, específicamente, contra las propuestas originales de São Paulo. Por otra parte, se afirma la independencia que debe haber en la creación artística ante el conocimiento objetivo y práctico; además, se establece una comparación entre arte y organismos vivos, considerándose que este sólo puede ser captado a través de abordajes de índole fenomenológica. Aprovechando aspectos desarrollados en la literatura de cuño “neoconcreto”, declara que no existen principios dogmáticos en torno al grupo que suscribe el manifiesto, el cual esboza, sin embargo, ciertas afinidades entre su producción.

Este documento marca la ruptura entre concretismo (São Paulo) y neoconcretismo (Río de Janeiro). Debe señalarse la infelicidad del prefijo (neo) endilgado al movimiento que, en vez de una renovación del contrincante, anhelaba su aniquilación; en ese sentido, “no”, “des”, “anti” o “contra” (concretismo) hubieran tenido mayor pertinencia. A pesar de los pesares, se trata de un texto básico para la comprensión de un movimiento que cobra auge, casualmente, con la “Geração ‘80” en Brasil. El texto fue redactado por el poeta y crítico [José Ribamar] Ferreira Gullar (1930–2016), el principal teórico del movimiento, y fue suscrito conjuntamente por los  artistas Franz Weissmann, Amílcar de Castro, Lygia Clark, Lygia Pape, Reynaldo Jardim y Theon Spanudis, los cuales participaron en la I Exposição Neoconcreta presentando pinturas, esculturas, grabados, poemas y textos en prosa. En el manifiesto se critican ostensivamente las teorías racionalistas de la no-figuración geométrica abstracta y se propone un rescate de la “dimensión sensorial” de la obra; contradictoriamente lo hace apelando (unas seis veces) al término menos sensual o lascivo posible: “trascendencia”. Por otra parte, el manifiesto no niega la filiación constructiva del llamado “neoconcretismo”, aunque deja claro su cambio de paradigma filosófico al señalar a la Gestalt (la psicología de la forma) como teoría causal y optar, en cambio, por los objetivos que plantea la fenomenología en el meollo de las aspiraciones del movimiento.

[Como lectura complementaria sobre la exposición, véanse en el archivo digital ICAA los siguientes textos: de Ferreira Gullar “I — O Grupo de São Paulo: I Exposição Nacional de Arte Concreta” (doc. no. 1087166) y “I Exposição Nacional de Arte Concreta: 2 — O grupo do Rio” (doc. no. 1090217); de Waldemar Cordeiro “Teoria e prática do concretismo carioca” (doc. no. 1087287); y de Mário Pedrosa “Paulistas e cariocas” (doc. no. 1085056)].