La Iª Exposição Nacional de Arte Concreta se presentó en diciembre de 1956 en el Museu de Arte Moderna de São Paulo y, posteriormente (enero-febrero de 1957), en el edificio del Ministério da Educação e da Saúde, en Río de Janeiro. El evento cobró celebridad por haber reunido, por primera vez, a poetas y artistas plásticos de la tendencia concreta, los cuales operaban en ambas ciudades brasileñas, trayendo a la luz pública las tendencias y divergencias entre ellos. En el acontecimiento, además del crítico de arte y periodista vinculado al Jornal do Brasil [José Ribamar] Ferreira Gullar (n. 1930), los intelectuales Mário Pedrosa, Waldemar Cordeiro y José Geraldo Vieira se encargaron de señalar las diferencias existentes en el enfoque plástico entre paulistas y cariocas. A partir de la muestra, Cordeiro (de los primeros) y Gullar (de estos últimos) pasaron a protagonizar un debate público transferido luego a la prensa escrita nacional, en torno a los presupuestos que, para cada uno de ellos, subyacen en el arte concreto. La importancia del debate es que, indudablemente, generó el despliegue a todos los niveles teóricos de lo que será, años más tarde, la gran dicotomía histórica: aquella que plantea la vertiente paulista (concretismo) desde sus inicios en 1952 y el desarrollo antagónico que enarbola el grupo de Río de Janeiro en su manifiesto de 1959, bajo el contradictorio nombre de “neoconcretismo”.