En este ensayo sobre la pintora y grabadora venezolana Mercedes Pardo, Elizabeth Schon establece diferentes etapas, “ligadas entre sí a través de una perseverancia íntima”, en la trayectoria de la artista. Comenta las características del lenguaje plástico de Pardo y analiza obras paradigmáticas presentes en la exposición Mercedes Pardo. Moradas del color (Caracas: Galería de Arte Nacional, 1991). La autora establece, en su obra realizada hasta 1991, etapas marcantes: una “época figurativa”, entre 1941 y 1946; y posteriormente un primer periodo “abstracto”, caracterizado por las grandes formas. A lo largo del texto, Schon hace énfasis en el tema cromático, tanto así, que finaliza su escrito con un breve poema tanto al color como a los sentimientos que simbolizan los distintos colores (amor, dolor, alegría, serenidad).

La escritora y dramaturga venezolana Elizabeth Schon (1921–2007) no solamente fue una intelectual destacada y una de las grandes poetisas del país, sino que hizo crítica de artes visuales. Compartió amistad con contemporáneas tales como Elsa Gramcko, Luisa Palacios y Mercedes Pardo (1921–2005), entre otros pintores, los cuales inician su trayectoria en los años cuarenta reforzando la presencia femenina en el escenario artístico de Venezuela y que hoy son consideradas sus grandes maestras en el siglo XX. 

Este ensayo de Elizabeth Schon se valoriza hoy por ofrecer un sensible acercamiento poético a la obra de Pardo proponiendo, para su mejor comprensión, su lectura en distintas etapas. Con la salvedad que proyecta cualquier intento de periodizaciones (asaz limitantes cuando se toman en cuenta), aquí se plantea con flexibilidad y sin pretensiones eruditas; por el contrario, son una excelente guía para el enfoque y disfrute de sus valores formales y simbólicos, amén de las posibilidades del color. Ejemplar es su análisis de las formas circulares en una obra figurativa (Calas) y sus primeras obras abstractas. El ensayo de Schon nos brinda un espacio metafórico, rico en sus maneras de expresar contrastes y matices cromáticos, presentándole, incluso, al espectador la posibilidad de abrirse a otros espacios perceptivos y emocionales, hacia un sentir visual, más que analítico.

El señalamiento que hace Elizabeth Schon de la etapa “informalista” de Pardo es de gran interés por la preeminencia de su extraordinario manejo del color y las grandes formas, cuestionando, así, el que siempre sea calificada como la gran colorista del arte venezolano. Eso dejaría de lado, a su juicio, otros aspectos importantes.

[Para más información sobre la artista, consulte en el archivo digital ICAA el ensayo crítico elaborado por Bélgica Rodríguez (2001) “Mercedes Pardo: 1951–2000” (doc. no. 1143027). Para otros textos sobre su obra, consulte las entrevistas de Ruth Auerbach “La creación como argumento” (doc. no. 1143060) y de Margarita D’Amico “Mercedes Pardo: 1 x 9” (doc. no. 1155959); el texto de Roberto Guevara “Color y módulos en Mercedes Pardo” (doc. no. 1155991); y el ensayo de María Fernanda Palacios sobre la pintora, “Pintura y vida” (doc. no. 1102253)].